Asahi Linux avanza en el soporte para M3 y migra el cargador de arranque a Rust

El proyecto Asahi Linux ha lanzado una actualización que detalla los esfuerzos en curso para soportar los chips M3 de Apple, al tiempo que anuncia la migración de su cargador de arranque m1n1 al lenguaje de programación Rust. Los desarrolladores continúan ingenierizando al revés el hardware de Apple en medio de desafíos como la aceleración de GPU y la gestión de energía. Este progreso se basa en funciones estables para dispositivos M1 y M2 anteriores.

El proyecto Asahi Linux, dirigido a ejecutar Linux en hardware Apple Silicon, ha emitido su informe de progreso más reciente, destacando el trabajo persistente en el soporte para chips M3. Dirigido por desarrolladores como Alyssa Rosenzweig y Asahi Lina, el equipo está ingenierizando al revés el ecosistema propietario de Apple, centrándose en interfaces de hardware y optimizaciones del kernel. Aunque el soporte completo para M3 en dispositivos como los MacBooks e iMac recientes no es inminente, los avances incrementales aseguran beneficios para los usuarios de M1 y M2 a través de parches del kernel que abordan la aceleración de GPU e integración de periféricos.

Un desarrollo clave es la migración del cargador de arranque m1n1 a Rust, valorado por sus características de seguridad de memoria y concurrencia. Este cambio, esencial para arrancar Linux en Apple Silicon, busca mejorar la fiabilidad y simplificar el mantenimiento al prevenir errores comunes en sistemas basados en C mediante el verificador de préstamos de Rust. El cambio se alinea con las tendencias de la industria, incluyendo la adopción de módulos Rust por parte del kernel de Linux, lo que podría permitir iteraciones más rápidas y reducir riesgos de seguridad durante la inicialización temprana del hardware.

El soporte para M3 enfrenta obstáculos de los diseños evolutivos de system-on-chip de Apple, incluyendo nuevas unidades de gestión de energía e integraciones de motor neuronal que requieren controladores personalizados. El equipo se basa en el trabajo previo de M1 y M2, donde Wi-Fi y Bluetooth ahora son estables. Las contribuciones de la comunidad, incluyendo experimentos en variantes M3 Max, impulsan el progreso a pesar de la falta de documentación oficial de Apple. La conformidad completa de GPU para OpenGL y Vulkan en M3 exige una ingeniería inversa extensa.

Mirando hacia el futuro, se planean mejoras en controladores de pantalla y manejo de USB para lanzamientos próximos del kernel de Linux, prometiendo una mejor usabilidad. El ethos abierto del proyecto contrasta con el sistema cerrado de Apple, fomentando la innovación en la computación basada en Arm mientras aborda desafíos como la fragmentación del ecosistema. El compromiso de la comunidad sigue siendo fuerte, con avisos de firmware que ayudan a los usuarios a navegar las actualizaciones de macOS.

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