La oferta pública de adquisición (OPA) hostil lanzada por BBVA para absorber Banco Sabadell ha fracasado tras 17 meses de proceso, al obtener solo alrededor del 25% de aceptación del capital, por debajo del umbral mínimo del 30% establecido. Esta es la segunda vez que el presidente de BBVA, Carlos Torres, intenta la operación sin éxito, después de un intento fallido en 2020. El rechazo de accionistas, reguladores y el Gobierno español ha marcado el desenlace de esta batalla bancaria.
El proceso comenzó el 30 de abril de 2024, cuando BBVA comunicó a la CNMV su propuesta de fusión amistosa con Banco Sabadell, que fue rechazada de inmediato por su presidente, Josep Oliu, quien argumentó que infravaloraba el potencial de la entidad catalana. Ante la negativa, BBVA lanzó una OPA hostil el 9 de mayo de 2024, ofreciendo una acción nueva por cada 4,83 acciones de Sabadell más 0,7 euros en efectivo. Esta fue la primera OPA hostil en el sector bancario español en cuatro décadas.
El camino estuvo plagado de obstáculos. La CNMC aprobó la operación el 30 de abril de 2025 con condiciones como mantener presencia en municipios poco poblados, pero el Gobierno español impuso restricciones más duras el 24 de junio de 2025: las entidades debían permanecer separadas durante tres años, prorrogables a cinco, con patrimonio y gestión independientes, lo que redujo las sinergias a la mitad según analistas. BBVA recurrió estas condiciones ante el Tribunal Supremo el 17 de agosto de 2025.
Sabadell contraatacó vendiendo su filial británica TSB a Banco Santander por 3.100 millones de euros el 1 de julio de 2025, destinando 2.500 millones a un dividendo extraordinario aprobado por el 99,6% de los accionistas. BBVA ajustó su oferta varias veces, elevándola un 10% el 22 de septiembre de 2025 a una acción por cada 4,837 acciones de Sabadell, y rebajó el umbral mínimo al 30%. Sin embargo, el periodo de aceptación, abierto el 8 de septiembre y cerrado el 10 de octubre de 2025, solo atrajo el 25,47% de los derechos de voto.
Carlos Torres reconoció el fracaso el 16 de octubre de 2025, agradeciendo a los accionistas que apoyaron el 'proyecto de unión' y anunciando un programa de recompra de acciones de 1.000 millones de euros y un dividendo de 0,32 euros por acción. "La oferta es extraordinaria", había defendido Torres en septiembre, pero Oliu recomendó 'tirar a la papelera' la propuesta. Políticos como Salvador Illa celebraron el resultado: "Confirma lo que siempre hemos defendido, un sistema bancario adaptado a la realidad de Cataluña". Yolanda Díaz lo calificó de 'buena noticia' por evitar concentración bancaria y riesgos al empleo. El Gobierno expresó 'total respeto' a la decisión de los accionistas.
Esta derrota marca el mandato de Torres, renovado por cuatro años, y deja a Sabadell independiente, aunque con retos en un sector que busca consolidación europea.