El ayuntamiento de Bordeaux mantiene firmemente su decisión de julio de suspender el hermanamiento con la ciudad israelí de Ashdod, adoptada por el alcalde Pierre Hurmic. Desafiado por la senadora Nathalie Delattre, quien pide reanudar los intercambios, el municipio argumenta que el conflicto armado en curso hace prematuro cualquier renovación de la cooperación, especialmente para los programas juveniles.
El 1 de julio, el alcalde ecologista Pierre Hurmic suspendió el hermanamiento entre Bordeaux y Ashdod, una decisión que sigue generando acalorados debates. El viernes pasado, la senadora y candidata municipal Nathalie Delattre (Partido Radical) envió una carta al alcalde exigiendo la restauración de la asociación. 'El mismo espíritu del hermanamiento es el diálogo, la amistad y la cooperación entre pueblos, cualesquiera que sean las tensiones políticas actuales', escribe. Añade que 'el proceso de liberación de los rehenes israelíes retenidos por Hamás está en marcha después de más de dos años de cautiverio; la situación geopolítica está finalmente iniciando una dinámica de distensión; es hora de enviar una señal fuerte'.
Esta postura fue respaldada por el diputado Thomas Cazenave en el consejo municipal del 8 de julio: 'Lamentamos que la ciudad de Bordeaux sea arrastrada a pesar suyo al conflicto israelí-palestino, aunque usted sabe perfectamente que nuestros intercambios y posiciones no tienen impacto alguno'.
La mayoría municipal se mantiene inflexible. La adjunta al alcalde Céline Papin responde: 'Las actividades que teníamos con Ashdod concernían a la juventud y la economía. Es evidente, a pesar del inicio de un alto el fuego, que no podemos enviar a jóvenes bordeleses a Israel en la lógica de reciprocidad que también caracteriza al hermanamiento'. Mantiene su posición: 'Me parece prematuro reanudar las actividades de cooperación con Ashdod, cuyo país está inmerso en un conflicto armado'.
El ayuntamiento tampoco ha cedido a la demanda de una ruptura definitiva del hermanamiento, planteada por militantes pro-palestinos. Cuatro de ellos llevaron a cabo una huelga de hambre de 43 días, que finalizó el 24 de septiembre. Su portavoz, Joséphine Lavoisier, explica: 'Comprendimos que el alcalde y su adjunta no cederían y que moriríamos si continuábamos. Decidimos seguir vivos para hablar de ello a través de otras acciones'. Estos militantes organizarán a mediados de noviembre, con el apoyo de la ciudad, 'Los Días de Israel-Palestina' para discutir 'el imperativo de la paz'.