China está avanzando en centros de datos submarinos para aprovechar el enfriamiento oceánico en la supercomputación. La iniciativa busca capacidades mejoradas de IA y prácticas de energía sostenible. Sin embargo, persisten los desafíos en el mantenimiento y las actualizaciones de hardware para estos sistemas sumergidos.
La exploración de China en centros de datos submarinos representa un paso audaz hacia soluciones de computación innovadoras. Según informes, estas instalaciones sumergidas buscan aprovechar las propiedades de enfriamiento natural del océano para alimentar aplicaciones de IA y promover la eficiencia energética verde. El concepto posiciona las instalaciones submarinas como una posible próxima frontera en la supercomputación, donde los centros de datos se colocan en lo profundo del mar para optimizar el rendimiento y reducir el impacto ambiental.
Las principales atracciones incluyen la búsqueda de mayor potencia de IA a través de un enfriamiento eficiente y la alineación con objetivos de energía verde. Los sistemas enfriados por el océano podrían reducir el consumo de energía tradicionalmente requerido para el enfriamiento de centros de datos en tierra. Sin embargo, la descripción resalta obstáculos significativos: el mantenimiento y las actualizaciones de hardware siguen siendo los mayores desafíos para estas instalaciones sumergidas. Acceder y dar servicio al equipo bajo el agua plantea dificultades logísticas, lo que podría ralentizar la adopción.
Publicada el 13 de octubre de 2025, este desarrollo subraya la ambición de China en la innovación tecnológica en medio de los impulsos globales por la computación sostenible. Aunque los detalles sobre proyectos específicos o plazos son limitados, el enfoque en superar barreras prácticas sugiere fases de investigación y pruebas en curso.