Cataluña sufrió ayer una nueva jornada de lluvias torrenciales por la dana Alice, que causó daños en viviendas, 18 heridos y más de 2.500 llamadas de emergencia. La Generalitat mantiene la fase de emergencia en varias comarcas de Tarragona y enfrenta críticas políticas por la ausencia inicial del president Salvador Illa. Los alcaldes afectados reclaman expropiaciones estructurales en zonas de riesgo para prevenir futuros episodios.
La borrasca Alice provocó récords de precipitaciones en los últimos 60 años, con hasta 300 litros por metro cuadrado en algunas poblaciones del sur de Tarragona. La Generalitat activó el Plan Inuncat en fase de emergencia en comarcas como Montsià, Baix Ebre, Ribera d'Ebre, Terra Alta y Baix Camp, suspendiendo clases, actividades sanitarias y judiciales no urgentes. Hubo daños en viviendas y mobiliario urbano, junto con centenares de intervenciones de bomberos por vehículos atrapados, árboles caídos y desprendimientos.
El president Salvador Illa anuló su agenda y se desplazó a Tortosa para dirigir el Consejo Asesor del Plan Inuncat, acompañado por el consejero de Presidencia, Albert Dalmau, y la titular de Interior, Núria Parlon. Sin embargo, recibió reproches de Junts per Catalunya y Esquerra Republicana por asistir el 12 de octubre a los actos del Día de la Fiesta Nacional en Madrid en lugar de visitar las zonas afectadas. Carles Puigdemont criticó: «La ambición de gobernar un país significa estar en el Palau de la Generalitat atendiendo y pensando en el sur del territorio y no rindiendo homenaje a la Monarquía en el Palacio Real». Isaac Albert, de ERC, añadió que Illa priorizó «la agenda españolizadora». La portavoz del PSC, Lluïsa Moret, defendió que Illa «estuvo desde el primer momento conectado al espacio de toma de decisiones», conectándose desde su domicilio tras aterrizar en El Prat a las 17.20 horas.
En reuniones con alcaldes, se abordó la necesidad de cambios urbanísticos estructurales, como expropiaciones de viviendas en zonas inundables. Joan Roig, alcalde de Alcanar, urgió «una acción contundente» más allá de ayudas reactivas: «Lo que se ha hecho es robarle el espacio al agua, que tiene memoria y viene a buscar lo que es suyo», refiriéndose a construcciones sin rigor de los años 60, 70 y 80. Hoy, el Govern aprobará 10 millones de euros en subvenciones y 50 millones en créditos bonificados.
Este episodio reabre un debate impulsado por la dana de hace un año, cuando se anunció un mapa de riesgos para estudiar traslados de viviendas o restricciones económicas. Solo 225 de 521 municipios de alto riesgo tienen planes de emergencias. Hace dos semanas, el Parlament aprobó un decreto para gestionar riesgos en campings. Recuerda la tragedia de 2015 en Agramunt, donde cuatro murieron por inundación en una residencia.