Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, desmintió este lunes un supuesto atentado en su contra ocurrido el 15 de septiembre en su despacho de Polanco. El periodista Raymundo Riva Palacio reportó disparos contra la propiedad, pero el funcionario atribuyó el rumor a alertas de seguridad desechadas. El incidente se mantiene en secreto y sin confirmación oficial.
El 15 de septiembre, según el columnista Raymundo Riva Palacio, varios disparos impactaron la casa en Polanco que Omar García Harfuch utiliza como despacho, algunos dirigidos directamente a la terraza donde suele estar. El ataque se mantuvo en enorme secrecía, confirmado por fuentes cercanas al funcionario, con versiones como un incidente durante una cena en la terraza que hirió a un invitado con esquirlas. Sin embargo, García Harfuch negó cualquier atentado durante una conferencia el 27 de octubre tras comparecer en la Cámara de Diputados.
“No he recibido atentados. Lo que pasa es que hay demasiadas alertas que son desechadas de manera permanente y eso es lo que estamos haciendo siempre”, declaró. Explicó que la propiedad en Constituyentes, que incluye una recámara, no registró alertas. Riva Palacio detalló hipótesis: los tiros pudieron provenir de una posición elevada o desde la calle hacia arriba. García Harfuch no estaba presente en el momento.
Este presunto incidente revive temores por la seguridad del secretario, objetivo recurrente de grupos criminales. En 2020, un comando del Cártel Jalisco Nueva Generación lo atacó el 26 de junio en Paseo de la Reforma, matando a dos escoltas y a Gabriela Gómez Cervantes, una civil de 26 años. Usaron un camión de 3.5 toneladas, granadas y fusiles Barrett .50; detuvieron a José Armando ‘N’, alias ‘Vaca’. En 2023, un complot detectado lo llevó a refugiarse un mes en España.
García Harfuch justificó no renunciar tras el ataque de 2020 por gratitud a sus escoltas y responsabilidad: “Hubiera sido irresponsable” dimitir, y enfatizó continuar “con 10 veces más fuerza”. No hay carpeta de investigación pública ni posicionamiento oficial del gobierno federal, que considera el caso de alta sensibilidad dada la cercanía del secretario con la presidenta Claudia Sheinbaum y su rol en detenciones contra cárteles.