El recién anunciado gobierno Lecornu II se enfrenta inmediatamente a mociones de censura de La France Insoumise y Rassemblement National. Mathilde Panot y Marine Le Pen exigen la disolución de la Asamblea Nacional para nuevas elecciones. Los ecologistas esperarán a la declaración de política antes de decidir.
El gobierno Lecornu II, cuya composición se reveló la noche del domingo 12 de octubre de 2025, ya está bajo fuego. Sébastien Lecornu, renombrado primer ministro el viernes anterior tras su dimisión el 6 de octubre, debe formar un equipo en un contexto de Asamblea Nacional fragmentada.
Desde La France Insoumise (LFI), la líder de los diputados, Mathilde Panot, reaccionó en la red social X, estimando que este nombramiento señala una «Macronie cada vez más aislada y encogida». Advirtió a los nuevos ministros: «Consejo a los recién llegados: no desempaqueten sus cajas demasiado rápido. La censura está llegando. Y la salida de Macron la seguirá». Manuel Bompard, otra figura de LFI, declaró que quiere «poner fin a la era Macron».
El Rassemblement National (RN) adopta una postura similar. Su presidenta de grupo, Marine Le Pen, anunció la presentación de una moción de censura ya la mañana del lunes. «Presentaremos una moción de censura contra él mañana. El presidente de la República debe anunciar la disolución de la Asamblea Nacional lo antes posible para permitir que el pueblo francés se exprese», escribió en X, convencida de que unas elecciones anticipadas llevarían a la victoria de su partido. Este giro sigue al fin de la estrategia de institucionalización del RN, iniciada tras la dimisión de Lecornu el 6 de octubre, donde Marine Le Pen dictaminó: «La farsa ha durado lo suficiente».
Los ecologistas son más reservados. Marine Tondelier, secretaria nacional, declaró el 12 de octubre en el programa «Questions politiques» que «una disolución no resolverá mucho», recordando el costo de la anterior: 15 mil millones de euros y 0,5 puntos de crecimiento perdidos. Su grupo esperará la declaración de política general de Lecornu, centrada en la ecología, la justicia fiscal y las pensiones, antes de votar una moción unitaria si no se propone una votación de confianza.
Olivier Faure, primer secretario del Partido Socialista, reaccionó lacónicamente, sin una promesa explícita de censura.
