Los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Donald Trump se reunieron en Kuala Lumpur, Malasia, el domingo (26) para abordar las sanciones comerciales impuestas por EE.UU. a productos brasileños. La reunión de 50 minutos simboliza una tregua en las tensiones bilaterales y provocó reacciones divididas entre los partidarios de Lula y Jair Bolsonaro. Mientras los bolsonaristas destacaron el elogio de Trump al ex presidente, la base de Lula elogió la defensa de la soberanía nacional.
La reunión entre Lula y Trump, celebrada en Kuala Lumpur el domingo (26 de octubre de 2025), duró 50 minutos y se centró en temas como los aranceles del 50% a productos brasileños, especialmente café y carne. Otros puntos incluyeron el acceso de empresas estadounidenses a las reservas de tierras raras de Brasil, la reducción de impuestos de importación al etanol de EE.UU., el fin de la retórica de desdolarización en el comercio brasileño, la presión militar de EE.UU. contra Venezuela y el levantamiento de sanciones a ministros del Supremo Tribunal Federal (STF).
La imagen de los líderes sonrientes marcó su primera reunión y representó una victoria para el gobierno de Lula, con el columnista de VEJA Thomas Traumann describiéndola como 'la mayor derrota para el bolsonarismo desde las elecciones de 2022'. Trump, visto como la última esperanza de relevancia internacional para Jair Bolsonaro —condenado a 27 años por un intento de golpe de Estado—, parece haber abandonado al exaliado. El gobierno brasileño adoptó el lema 'lo que Bolsonaro estropea, Lula lo arregla', según Traumann, señalando el fin de la beligerancia en favor de la realpolitik.
Las reacciones políticas fueron inmediatas. El diputado Eduardo Bolsonaro (PL-SP) publicó un video de la reunión en X (anteriormente Twitter), afirmando que 'hay un tema sobre la mesa que claramente molesta al exconvicto: BOLSONARO'. Trump, cuestionado por periodistas, dijo que se sentía mal por lo que le pasó a Bolsonaro y que siempre lo apreció, pero replicó: 'No es de tu incumbencia' al hablar de ello con Lula. Partidarios como Carlos Bolsonaro y Bruno Engler repitieron los elogios, criticando la falta de avances anunciados en las negociaciones.
Por el lado lulista, el senador Humberto Costa (PT-PE) elogió los 'avances inmediatos en la agenda comercial y en la búsqueda de soluciones para aranceles y sanciones', destacando 'respeto, soberanía y determinación'. El diputado Ivan Valente (PSOL-SP) llamó a Lula un 'hombre de Estado' por recuperar las relaciones comerciales. Incluso el presidente de la Cámara Hugo Motta (Republicanos-PB) celebró el diálogo: 'Cuando los líderes eligen hablar, la historia les agradece'.
Las indicaciones sugieren que Brasil ya no es una prioridad para la Casa Blanca, con la inclusión de secretarios como Marco Rubio (Estado), Scott Bessent (Tesoro) y Jamieson Greer (Comercio) en las conversaciones que comenzarán el lunes hora de Malasia. Políticamente, la reunión beneficia a Lula para 2026, desmovilizando al bolsonarismo y ayudando a recuperar la popularidad.