En su primera aparición en televisión, el nuevo ministro de Trabajo Jean-Pierre Farandou generó indignación al comparar la oposición a la reforma de pensiones con una falta de escucha o comprensión similar al autismo. Sus declaraciones, realizadas ante Léa Salamé en France 2, fueron calificadas de capacitistas por varios políticos de izquierda. El ministro se disculpó esa misma noche en las redes sociales.
Jean-Pierre Farandou, recién nombrado ministro de Trabajo y Solidaridades, debutó de manera notable el martes por la noche durante su entrevista en el 20 Heures de France 2. Interrogado por Léa Salamé sobre la suspensión de la reforma de pensiones, anunciada ese mismo día por el primer ministro Sébastien Lecornu, declaró: «No estamos sordos, no estamos autistas, podemos ver que esta reforma no va bien».
Esta frase rápidamente encendió las redes sociales, donde fue condenada como capacitista e irrespetuosa hacia las personas autistas. La diputada ecologista Marie-Charlotte Garin respondió en X: «Ser autista no es una incapacidad para entender las cosas. Es una particularidad neurodesarrollativa, no un defecto en la inteligencia o la empatía. Estas palabras duelen, estigmatizan, perpetúan clichés y contribuyen a la exclusión de las personas autistas. Es capacitismo. Un ministro de Trabajo debería ser ejemplar en inclusión, no contribuir a la violencia cotidiana».
Otros políticos de izquierda se unieron a la crítica. La diputada de LFI Anaïs Belouassa Cherifi arremetió: «El nuevo ministro de Trabajo dice que ser autista o sordo significa no entender. Esto no es un desliz, es un repugnante desprecio capacitista. Indecente e inaceptable de un miembro del gobierno». Auriane Dupuy, coordinadora nacional de juventud de Génération.s, añadió: «Ser autista no es un insulto. Que el ministro de Trabajo y Solidaridades haga tales declaraciones capacitistas en antena dice mucho sobre el respeto de este gobierno hacia las personas discapacitadas». El diputado Sébastien Peytavie, también de Génération.s y el primer miembro de la Asamblea en silla de ruedas, enfatizó: «El autismo no es un defecto ni un insulto. Las palabras importan, especialmente cuando provienen de un ministro de Solidaridades».
En respuesta a la reacción negativa, Jean-Pierre Farandou emitió una disculpa en X: «Al usar el término autista, mis declaraciones hirieron y esa no era mi intención. Lo siento sinceramente y me disculpo». Este incidente resalta los desafíos de la comunicación sensible en un gobierno centrado en la inclusión.