El 24 de octubre de 2025, Moody's anunció que mantenía la calificación soberana de Francia en Aa3 pero rebajaba la perspectiva de estable a negativa, citando riesgos aumentados por la inestabilidad política. Esto contrasta con las recientes rebajas de Fitch y S&P a A+. El movimiento se produce mientras la Asamblea Nacional examina el presupuesto de 2026 y extiende la contribución sobre altos ingresos.
El 24 de octubre de 2025, Moody's mantuvo la calificación de la deuda de Francia en Aa3, el cuarto nivel más alto de 21, equivalente a AA- en otras agencias. Sin embargo, la agencia estadounidense rebajó la perspectiva de estable a negativa, destacando 'el riesgo aumentado de que la fragmentación del panorama político francés continúe perjudicando el funcionamiento de las instituciones legislativas'. Según Moody's, esta inestabilidad podría limitar la capacidad del gobierno para abordar un 'alto déficit presupuestario, deuda creciente y aumento sostenido de los costos de endeudamiento', así como el riesgo de revertir reformas como la reforma de pensiones de 2023.
Esta decisión difiere de Fitch y S&P, que rebajaron Francia a A+ en las últimas semanas, alineando al país con Portugal y España. Históricamente, Francia perdió su triple A en 2012 por S&P, luego por Fitch en 2013, y ha enfrentado una serie de rebajas desde 2023 debido a la inestabilidad política, incertidumbre presupuestaria y deuda proyectada en 121% del PIB para 2028 según S&P, frente a 112% a finales de 2024. Moody's reconoce la 'solidez económica' de Francia, con balances sanos de hogares y empresas y un sector bancario robusto.
El Ministerio de Economía 'tomó nota' de la decisión, enfatizando 'la necesidad absoluta de construir un camino colectivo hacia un compromiso presupuestario'. Reafirma el objetivo de déficit del 5,4% para 2025 y un retorno por debajo del 3% para 2029, a pesar de las revisiones a la baja del crecimiento por el FMI (0,7% en 2025). Mientras tanto, la Asamblea votó (279 a favor, 25 en contra) extender la contribución diferencial sobre altos ingresos (CDHR) hasta que el déficit caiga por debajo del 3%, para hogares que superen los 250.000 euros anuales con una tasa impositiva mínima del 20%. Esta medida se espera que recaude 1.500 millones de euros en 2026.
Los costos de servicio de la deuda ascienden a 65.000 millones de euros en 2025 y superarán los 70.000 millones en 2026, con rendimientos a 10 años en el 3,43%, codo a codo con Italia. Los mercados reaccionaron moderadamente a las rebajas pasadas de Moody's en 2012, 2015 y 2017.
