El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, acompañó a la periodista Maribel Vilaplana hasta un aparcamiento cercano al restaurante El Ventorro tras una comida el 29 de octubre de 2024, día de la dana. Esta revelación, confirmada por el entorno de ambos, corrige el itinerario oficial y añade detalles a la controvertida 'hora oscura' entre las 18.45 y las 19.45 horas. En ese intervalo murieron 80 personas de las 229 víctimas totales.
La última versión sobre los movimientos de Carlos Mazón el día de la dana desvela que, tras una sobremesa de casi cuatro horas en el restaurante El Ventorro, el president acompañó a Maribel Vilaplana hasta el aparcamiento público de la Glorieta de la Paz alrededor de las 18.45 horas. Este gesto de cortesía, a menos de cinco minutos andando del establecimiento en la calle Bonaire, fue confirmado este domingo por una fuente autorizada de la periodista y el entorno de Mazón, según Levante-EMV y EL PAÍS.
El itinerario previo del president omitía esta escala, que apenas añade minutos a la 'hora oscura' —entre las 18.45 y las 19.45—, período en el que, según el análisis del sumario judicial, fallecieron 80 personas. Incluye 37 minutos (18.57 a 19.34) sin llamadas, como muestra su listado telefónico entregado a la comisión de las Cortes Valencianas. Mazón llegó al Palau de la Generalitat sobre las 19.45, según testigos, permaneció brevemente y partió hacia las 20.00 al Cecopi en L’Eliana.
Mazón ha mantenido que estuvo 'trabajando' y 'haciendo llamadas' en el Palau, pero sin pruebas ni detalles horarios, atribuyendo su agenda inalterada al 'apagón informativo' de Aemet y la Confederación Hidrográfica del Júcar —tesis rechazada por la jueza Nuria Ruiz Tobarra—. En una entrevista en Las Provincias el 9 de octubre, describió su ruta a pie desde la calle Bonaire hasta el Palau, pasando por la Paz, Reina, Miguelete, Virgen y Caballeros, sin mencionar el parking.
Vilaplana, que declarará como testigo el 3 de noviembre ante la jueza de Catarroja, explicó en una carta del 5 de septiembre que salió del restaurante entre las 18.30 y 18.45, demorada por llamadas e interrupciones. Atribuyó su silencio inicial al 'desconcierto' y criticó campañas de 'ataques y mentiras', urgiendo explicaciones a los responsables públicos: 'El foco debe estar donde corresponde: en las personas que aquel día tenían responsabilidades y poder de decisión'.
La Audiencia de Valencia ordenó su testimonio, considerando que podría aportar 'detalles o matices' relevantes. El restaurante cerró antes de las 19.00, según su propietario.