Las oposiciones siguen inflexibles tras la intervención de Lecornu

El primer ministro dimitido Sébastien Lecornu concluyó sus negociaciones con las fuerzas políticas en una entrevista en France 2 el 8 de octubre de 2025, afirmando que existe una mayoría absoluta en la Asamblea para evitar la disolución. Las oposiciones de izquierda y ultraderecha rechazaron sus propuestas, exigiendo elecciones presidenciales anticipadas o una nueva disolución. Los Republicanos, divididos internamente, se niegan a unirse a un gobierno de izquierda o macronista.
Sébastien Lecornu, encargado por Emmanuel Macron de llevar a cabo 'negociaciones definitivas' para resolver la crisis política, presentó sus conclusiones el 8 de octubre de 2025, durante las noticias de las 20:00 en France 2, tras reunirse con el presidente en el Elíseo. Informó de que había mantenido conversaciones durante cuarenta y ocho horas con las fuerzas políticas y de que estaba convencido de que existe una 'mayoría absoluta' en la Asamblea Nacional para evitar una nueva disolución. Sobre la controvertida reforma de las pensiones, remitió el debate a su sucesor, que podría ser nombrado en dos días, sin descartar reabrirlo.
La izquierda se mantuvo inflexible. Jean-Luc Mélenchon y los Insoumis exigieron colectivamente elecciones presidenciales anticipadas, argumentando que 'la comedia ha durado lo suficiente' y que 'el pueblo está perdiendo la paciencia' con Macron, según Mathilde Panot. Boris Vallaud (PS) dio la bienvenida al reconocimiento de Lecornu de que 'la izquierda tenía razón' tras años de 'negacionismo macronista', instando a 'dejar gobernar a la izquierda'. Arthur Delaporte (PS) criticó: '¿Todo esto para esto? Una espera interminable, un gobierno que dimite antes siquiera de gobernar'. Marine Tondelier (Verdes) advirtió de que un gobierno socialista y ecologista era la única vía para evitar la disolución; de lo contrario, Macron 'debe irse'.
El Rassemblement National (RN), que boicoteó las negociaciones, denunció un 'largo parloteo' que ilustra el 'callejón sin salida', según Jordan Bardella, llamando a un 'retorno a las urnas' para una 'nueva mayoría'. Sébastien Chenu (RN) calificó la intervención de 'grotesca', prometiendo censurar a todos los gobiernos venideros.
Entre Les Républicains (LR), surgieron divisiones internas tras una videoconferencia. Bruno Retailleau declaró: 'No participaré' en un gobierno dirigido por un primer ministro de izquierda o macronista, descartando también suspender la reforma de las pensiones. Laurent Wauquiez se opuso a la participación, mientras que algunos sugieren apoyo sin unirse para evitar 'lo peor'.
Estas reacciones destacan un bloqueo en curso, con las oposiciones exigiendo cambios radicales para estabilizar Francia.