El fiscal de Michoacán, Carlos Torres Piña, divulgó detalles de la investigación sobre el asesinato de Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán. Se analizan dos números telefónicos con los que intercambió mensajes y llamadas antes de su muerte. El crimen se vincula a la célula delictiva Los Blancos de Troya.
Bernardo Bravo Manríquez, líder limonero en el Valle de Apatzingán, fue asesinado en un caso que ha indignado a los productores agrícolas de Tierra Caliente, Michoacán. Según la cronología de las autoridades, Bravo salió de Morelia alrededor de las 2:00 de la tarde en una camioneta Tiguan blanca, acompañado por uno de sus escoltas. El vehículo fue detectado por arcos carreteros y llegó a Apatzingán cerca de las 4:30 p.m.
En el Tianguis Limonero, Bravo cambió a una pickup Toyota gris y se despidió de su escolta, indicándole que se verían más tarde. El escolta regresó con la Tiguan a Pátzcuaro, mientras Bravo se dirigió hacia la comunidad de Cenobio Moreno, donde tenía huertos de limón, y posiblemente a San José de los Plátanos, zona donde la fiscalía presume que ocurrió el homicidio. De los tres escoltas asignados, solo uno estaba de turno ese día; los otros dos estaban fuera de servicio.
El fiscal Carlos Torres Piña confirmó que se revisan los registros telefónicos de Bravo. “Estamos revisando su telefonía, la trazabilidad. Tenemos ahí dos números ubicados quienes le compartían mensajes y llamadas y es lo que estamos indagando. Estamos buscando las ubicaciones y también si se trasladaron en diferentes momentos dentro del recorrido”, explicó en entrevista con Azucena Uresti.
La camioneta de Bravo fue hallada abandonada con el motor encendido en el trayecto Apatzingán–Presa del Rosario, en las comunidades de La Tinaja o Los Tepetates. Su cuerpo apareció en el asiento del conductor, con signos de violencia y tortura; la necropsia determinó que la causa de muerte fue un disparo de arma de fuego en la cabeza.
“Él llega a la comunidad de San José de los Plátanos, ahí es donde tenemos esa revisión, que es lo que estamos cotejando para poder esclarecer más el hecho y el lugar donde (pudieron) haberle quitado la vida”, comentó el fiscal. El asesinato se vincula con Los Blancos de Troya, presuntamente liderada por César Arellano Sepúlveda, alias ‘El Bótox’, responsable de extorsiones, secuestros y asesinatos contra productores de limón y aguacate. Bravo había denunciado recientemente estas extorsiones, lo que ha generado indignación en el sector agrícola.