Raphaël Glucksmann navega por un camino empinado hacia la presidencia
Raphaël Glucksmann, el miembro de 44 años del Parlamento Europeo y líder de Place Publique, se está posicionando discretamente para las elecciones presidenciales francesas de 2027 en medio de un panorama político de izquierda fragmentado. Sus esfuerzos por unir a la izquierda enfrentan obstáculos significativos. Encuestas recientes le atribuyen un apoyo modesto, alrededor del 3 al 4 por ciento.
Raphaël Glucksmann, elegido al Parlamento Europeo en 2019 y reelecto en 2024 en la lista PS-Place Publique, fundó su movimiento Place Publique en 2018 para revitalizar la socialdemocracia francesa. Con 44 años, ha emergido como una figura en ascenso al criticar las divisiones dentro de la izquierda francesa, particularmente durante las elecciones europeas de 2024 donde su lista obtuvo el 13,8 por ciento de los votos.
A pesar de estos éxitos relativos, su camino hacia las elecciones presidenciales de 2027 sigue lleno de desafíos. Glucksmann está recorriendo Francia para reunirse con activistas y ampliar su atractivo, pero evita declarar formalmente su candidatura. «No soy candidato, pero estoy preparando el terreno para una izquierda unida», declaró en una entrevista reciente con Le Monde.
Encuestas de Ifop para la Fundación Jean-Jaurès, publicadas en septiembre de 2024, lo sitúan en el 3 por ciento en las intenciones de voto, por detrás de figuras como Jean-Luc Mélenchon (14 por ciento) o François Ruffin (9 por ciento). Glucksmann destaca la incapacidad de la izquierda para unirse, como se vio en las elecciones legislativas de 2024 donde el Nuevo Frente Popular luchó por consolidar sus ganancias.
Su postura proeuropea y atlanticista lo distingue de las corrientes más radicales, pero complica posibles alianzas con La France Insoumise o los Verdes. Observadores señalan que su discurso sobre una «izquierda decente» podría atraer a moderados desilusionados con Emmanuel Macron, sin resolver las profundas fracturas ideológicas.
En resumen, Glucksmann representa una esperanza para la renovación de la izquierda, pero su ascenso dependerá de su capacidad para unir un campo dividido antes de 2027.