El presidente Pedro Sánchez compareció durante casi cinco horas en la comisión de investigación del Senado sobre el caso Koldo, donde enfrentó un interrogatorio caótico y agresivo de la oposición, especialmente del PP. Admitió recibir pagos en efectivo legales del PSOE por debajo de 1.000 euros, pero negó cualquier conocimiento de irregularidades en su partido o en la conducta de excolaboradores como José Luis Ábalos. Sánchez contraatacó acusando al PP de corrupción y calificó la sesión de 'circo' y 'comisión de difamación'.
La comparecencia de Pedro Sánchez en el Senado el 30 de octubre de 2025 se convirtió en un enfrentamiento tenso desde el inicio. El presidente de la comisión, Eloy Suárez del PP, fue acusado por Sánchez de parcialidad, lo que generó choques inmediatos. Los senadores de la oposición, como María Caballero de UPN y Ángel Pelayo Gordillo de Vox, intentaron acorralarlo con preguntas sobre su relación con Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán, incluyendo viajes en un Peugeot durante las primarias del PSOE en 2017. Sánchez respondió con sarcasmo: "¿En serio me está preguntando esto? Pues depende del día".
Sánchez admitió haber recibido pagos en efectivo del PSOE en el pasado, pero enfatizó que nunca superaron los 1.000 euros, límite legal, y siempre con justificantes y salidas de cuentas oficiales. "En el PSOE no hay sobresueldos, al contrario que en otros partidos", dijo, aludiendo a casos como el de Francisco Granados del PP, quien tenía un millón de euros en una bolsa. Negó conocimiento de los escándalos de prostitución vinculados a Ábalos y Koldo: "Ábalos fue una persona de mi máxima confianza, pero yo desconocía sus hábitos". Insistió en que su cese en 2021 fue por renovación post-pandemia, no por sospechas de corrupción.
El momento más intenso llegó con Alejo Miranda de Larra del PP, quien interrumpió repetidamente exigiendo respuestas de 'sí o no'. Sánchez mantuvo la calma, recurriendo a 'no me consta' para preguntas sobre avisos previos sobre Ábalos, el rol de Cerdán en visitas a ministerios o la intervención de Leire Díez. Defendió a su familia, negando que Begoña Gómez influyera en el rescate de Air Europa y rechazando bulos sobre su suegro. Atacó al PP por casos como el de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, quien supuestamente cobró comisiones de dos millones de euros.
Los aliados del Gobierno, como Carla Antonelli de Más Madrid, apoyaron a Sánchez, mientras Junts mostró dureza por su ruptura con el PSOE. Al final, Sánchez salió relajado: "Tal y como ha ido, encantado de venir". Usó gafas de lectura vintage Dior para consultar notas, un detalle que desvió parte de la atención mediática.
