La crisis de desempleo en Sudáfrica exige reformas urgentes

El desempleo en Sudáfrica se ha triplicado desde 1994, alcanzando 12,6 millones de personas, según un nuevo informe del Centre for Development and Enterprise. El informe detalla cuatro prioridades clave para abordar la crisis, enfatizando la necesidad de crecimiento y reformas intensivas en mano de obra. Sin una acción audaz, el país arriesga profundizar la marginalización social.

Sudáfrica enfrenta la crisis de desempleo más profunda del mundo, con más de 12 millones de personas buscando trabajo pero incapaces de encontrar empleo. Esta catástrofe ha moldeado las vidas de individuos, familias y comunidades, como se detalla en un nuevo informe del Centre for Development and Enterprise (CDE) titulado 'South Africa’s Unemployment Catastrophe: A call for urgent action'.

El desempleo ha aumentado de 3,7 millones en 1994 a 12,6 millones hoy, con 1.000 personas uniéndose a la cola diariamente en los últimos 17 años. Menos de cuatro de cada diez adultos están empleados, 20 puntos porcentuales por debajo del promedio de países con niveles de ingresos similares. El empleo ha caído del 46% de los adultos en 2008 a menos del 40% ahora. El desempleo juvenil supera el 55% para los de 15 a 34 años, y la educación juega un papel marcado: dos tercios de los graduados consiguen trabajo, mientras que tres cuartos sin certificado de bachillerato permanecen desempleados.

La crisis se origina en un crecimiento estancado y una economía no intensiva en mano de obra. Entre 2008 y 2025, la fuerza laboral creció un 42%, pero el empleo solo un 15%. Los factores incluyen el colapso de Eskom y Transnet, políticas fiscales imprudentes que inflan los salarios públicos, la corrupción que drena miles de millones, municipios disfuncionales y políticas industriales erróneas que disuaden las inversiones.

Los programas públicos como el Expanded Public Works Programme ofrecen alivio temporal – creando 924.000 'oportunidades de trabajo' anualmente, a menudo de cuatro meses y por debajo del salario mínimo – pero equivalen a muchos menos empleos a tiempo completo y no pueden escalarse a nivel nacional.

El informe del CDE propone cuatro reformas: primero, hacer que el mercado laboral sea amigable con el empleo extendiendo los períodos de prueba, deteniendo las extensiones automáticas de los consejos de negociación y relajando las restricciones a los corredores de mano de obra, probados en una zona económica especial. Segundo, arreglar el sistema de habilidades alineando la Educación Técnica y Vocacional y Formación con las necesidades empresariales, expandiendo las aprendices y eliminando las Authorities Sector Education and Training. Tercero, liberar a las pequeñas empresas reduciendo la burocracia – una 'prueba PYME' para regulaciones, consultas de abajo hacia arriba y canales de financiación del sector privado. Cuarto, apoyar la economía informal recortando tarifas de licencias, reduciendo el acoso y mejorando el acceso urbano mediante planificación y subsidios.

'Un nuevo contrato social que reconoce el crecimiento y el empleo como los pilares gemelos de la prosperidad y estabilidad nacional' es esencial, afirma el informe. Elevar el crecimiento al 4% anual podría crear 400.000 empleos por año, potencialmente millones con reformas intensivas en mano de obra. Ann Bernstein, directora ejecutiva del CDE, advierte que sin liderazgo para confrontar intereses arraigados, los retrasos erosionarán la esperanza y el tejido social.

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