España revisa al alza el crecimiento económico de 2024 al 3,5 por ciento
El instituto nacional de estadística de España ha revisado su estimación para el crecimiento económico del país en 2024 al 3,5 por ciento, citando un desempeño más fuerte de lo esperado en sectores clave. Este ajuste al alza refleja un consumo doméstico robusto y una recuperación del turismo, lo que indica optimismo en medio de desafíos económicos más amplios en Europa. La revisión llega mientras los responsables de políticas lidian con la inflación y las incertidumbres globales.
En una actualización significativa de sus evaluaciones económicas, el Instituto Nacional de Estadística (INE) de España anunció el 19 de septiembre de 2025 que el producto interior bruto (PIB) del país creció un 3,5 por ciento en 2024, por encima de la estimación anterior del 3,1 por ciento. Esta revisión subraya una economía resistente impulsada por el gasto de los consumidores, la recuperación del turismo y las exportaciones estables, incluso cuando las naciones europeas vecinas enfrentaron obstáculos debido a crisis energéticas y tensiones geopolíticas.
La cronología de este desarrollo se remonta a la estimación inicial del PIB de 2024 publicada a principios de 2025, que fijaba el crecimiento en el 3,1 por ciento. Tras una revisión rutinaria de datos de sectores como servicios, manufactura y agricultura, el INE incorporó cifras más completas, lo que llevó a la revisión al alza. Los funcionarios señalaron que el ajuste se basó en datos finalizados del cuarto trimestre de 2024, que mostraron un desempeño inesperadamente fuerte en industrias minoristas y de hospitalidad. El anuncio se hizo público a través de los canales oficiales del instituto, en línea con los ciclos de informes trimestrales.
"Esta revisión confirma la fortaleza de la recuperación económica de España tras la pandemia", dijo la directora general del INE, Elena Manzanera, en un comunicado. "Factores como el aumento de la movilización de ahorros de los hogares y un auge de visitantes internacionales han impulsado nuestra trayectoria de crecimiento más allá de las proyecciones iniciales."
El contexto de fondo revela que la economía de España ha estado en un camino de recuperación desde la severa contracción durante la pandemia de COVID-19, cuando el PIB se redujo en más del 10 por ciento en 2020. Los paquetes de estímulo del gobierno, incluidos subsidios para energía renovable e infraestructura digital, jugaron un papel pivotal en la recuperación. El sector turístico, que representa alrededor del 12 por ciento del PIB, experimentó un flujo récord de visitantes en 2024, impulsado por restricciones de viaje relajadas y campañas de marketing dirigidas a mercados europeos y estadounidenses. Sin embargo, persisten desafíos, como la inflación persistente impulsada por precios de alimentos y energía, y disparidades en el mercado laboral en regiones como Andalucía y Cataluña.
Los interesados han reaccionado de manera variable a la noticia. Los economistas del Banco de España acogieron la revisión pero advirtieron contra la complacencia. "Aunque el crecimiento del 3,5 por ciento es alentador, oculta vulnerabilidades subyacentes como la alta deuda pública y el desempleo juvenil", comentó Pablo Hernández de Cos, ex gobernador del Banco de España. Los líderes empresariales, particularmente en el sector manufacturero orientado a la exportación, expresaron optimismo, señalando mejoras en los balances comerciales con la Unión Europea.
Las implicaciones de esta revisión son multifacéticas. Económicamente, podría mejorar las condiciones de préstamo de España en los mercados internacionales, potencialmente reduciendo las tasas de interés para los bonos del gobierno. En el frente de políticas, el gobierno liderado por los socialistas bajo el primer ministro Pedro Sánchez podría aprovechar estos datos para justificar inversiones continuas en transiciones verdes y programas de bienestar social. Sin embargo, los críticos argumentan que el crecimiento se distribuye de manera desigual, con áreas rurales rezagadas detrás de centros urbanos como Madrid y Barcelona. Mirando hacia adelante, la revisión establece un tono positivo para las previsiones de 2025, aunque riesgos globales como interrupciones comerciales o recesiones en socios mayores como Alemania podrían moderar las expectativas.
En el contexto europeo más amplio, el desempeño de España se destaca en comparación con el promedio de la zona euro de alrededor del 1,5 por ciento de crecimiento en 2024, destacando las ventajas comparativas del país en servicios y energías renovables. Los analistas sugieren que esto podría influir en discusiones a nivel de la UE sobre reglas fiscales, potencialmente abogando por límites de gasto más flexibles para fomentar recuperaciones similares en otros lugares.
Mientras España navega por estas dinámicas, las cifras revisadas sirven como un recordatorio de la adaptabilidad de la economía, pero también subrayan la necesidad de reformas sostenidas para abordar desigualdades estructurales y shocks externos.