La administración Trump purga señales negativas de los parques nacionales
La administración Trump ha ordenado la eliminación de señales interpretativas en los parques nacionales de EE.UU. que discuten amenazas ambientales como el cambio climático y la contaminación. Este esfuerzo, liderado por el Departamento del Interior, busca eliminar mensajes percibidos como negativos. Los críticos argumentan que suprime información científica en tierras públicas.
En los primeros meses de la presidencia de Trump, el Servicio de Parques Nacionales enfrentó directivas para alterar la forma en que comunicaba los problemas ambientales a los visitantes. Según informes, la administración inició una revisión de las señales interpretativas en todos los parques, dirigiendo aquellas que destacaban los impactos humanos en la naturaleza. Esta purga se extendió a menciones del cambio climático, la extracción de combustibles fósiles y la contaminación histórica por minería.
El proceso comenzó en 2017, poco después de la inauguración de Donald Trump. El secretario del Interior Ryan Zinke, nombrado para supervisar las tierras federales, instruyó a los funcionarios de los parques a reevaluar las señales por contenido 'negativo'. Por ejemplo, en el Parque Nacional de Zion en Utah, se eliminó una señal que explicaba cómo el cambio climático afecta el flujo del río Virgin. Acciones similares ocurrieron en el Gran Cañón, donde las exhibiciones sobre el legado tóxico de la minería de uranio fueron atenuadas o eliminadas.
Los guardabosques y los grupos ambientales expresaron preocupación por los cambios. Un guardabosque anónimo dijo a los reporteros: 'Nos están pidiendo que ocultemos la verdad sobre lo que está sucediendo en nuestros parques'. La Asociación para la Conservación de los Parques Nacionales criticó las medidas, declarando en un comunicado que 'esto es un intento de blanquear la ciencia del cambio climático de los lugares preciados de América'.
El contexto de fondo revela que tales señales educativas fueron instaladas bajo administraciones anteriores, incluyendo la de Barack Obama, para informar a los visitantes sobre los desafíos ecológicos. La revisión de la era Trump afectó a más de 100 exhibiciones en todo el país, con el Departamento del Interior justificándolo como la promoción de una visión más 'equilibrada' de la historia y los recursos de los parques.
Las implicaciones para la comprensión pública son significativas. Al eliminar referencias al cambio climático —descrito en las fuentes como un enfoque clave—, la política limita la exposición de los visitantes a la ciencia establecida sobre los efectos del calentamiento global, como las temperaturas en aumento que alteran los ecosistemas de los parques. Aunque la administración lo enmarcó como evitar mensajes partidistas, los opositores lo ven como parte de esfuerzos más amplios para minimizar las regulaciones ambientales.
No se proporcionó un cronograma específico para la finalización, pero los cambios se implementaron en gran medida a finales de 2017. Este evento subraya las tensiones entre la gestión de recursos y la comunicación científica en los parques federales.