Una semana después del espectacular robo de ocho joyas de la corona francesa en el Museo del Louvre, dos de los cuatro autores fueron detenidos el sábado por la noche. Uno en el aeropuerto de Roissy camino a Argelia, el otro en Seine-Saint-Denis, posiblemente dirigiéndose a Malí. Las joyas, valoradas en 88 millones de euros, siguen sin recuperarse a pesar de una investigación que involucra a más de 100 investigadores.
El robo ocurrió el domingo 19 de octubre de 2025 en la Galerie d'Apollon del Louvre, donde cuatro individuos robaron ocho joyas de la corona en siete a ocho minutos. Los objetos robados incluyen joyas de un valor patrimonial inestimable, estimado en 88 millones de euros. Durante su huida, los autores abandonaron la corona de la emperatriz Eugenia, que data de 1855 y está engastada con 1354 diamantes y 56 esmeraldas, dañada pero recuperable. Otros objetos dejados atrás incluyen dos amoladoras angulares, un soplete, gasolina, guantes, un walkie-talkie, un chaleco amarillo y una manta.
La investigación, dirigida por la Brigade de Répression du Banditisme (BRB) con más de 100 investigadores, se basa en videos de vigilancia, análisis telefónicos y más de 150 muestras de ADN y rastros papilares. Los dos sospechosos detenidos el sábado alrededor de las 22:00 son treintañeros de Seine-Saint-Denis, conocidos por la policía por robos. Fueron puestos en custodia por robo en banda organizada y asociación de malhechores, por un máximo de 96 horas. Uno fue apresado en el aeropuerto de Roissy preparándose para embarcar en un vuelo a Argelia; el segundo, en Seine-Saint-Denis, supuestamente se dirigía a Malí según fuentes policiales.
Los otros dos autores siguen en libertad, y ninguna joya ha sido recuperada. La fiscal de París, Laure Beccuau, deploró la 'divulgación prematura' de las detenciones, que perjudica la investigación. El ministro del Interior, Laurent Nuñez, felicitó a los investigadores y expresó preocupación por las joyas, declarando: 'Los ladrones siempre serán encontrados tarde o temprano. Parece un gran bandolerismo.' Se opuso a instalar una comisaría dentro del Louvre, argumentando que la zona ya es la más vigilada de París y que los agentes llegaron en tres minutos tras la alerta.
En respuesta al robo, algunas joyas no robadas fueron transferidas el viernes a la cámara acorazada del Banco de Francia, a 26 metros bajo tierra. El debate sobre la seguridad del museo se intensifica, con la Cour des Comptes destacando retrasos en el despliegue de equipos de protección. La presidenta del Louvre, Laurence des Cars, enfrenta críticas y será escuchada en el Senado.
