Yamaha ha reingresado al mercado de barras de sonido insignia con la True X Surround 90A, un sistema de $3.500 que incluye un subwoofer inalámbrico, altavoces surround portátiles y soporte para Auro-3D. La reseña de WIRED elogia su rendimiento de audio detallado, pero critica las complejidades de configuración y las funciones limitadas. Después de una semana de pruebas, el reseñador sigue indeciso sobre su valor.
Yamaha, un veterano en barras de sonido durante más de 20 años, se alejó de los modelos de gama alta después de 2015, pero ahora regresa con la ambiciosa True X Surround 90A. Este paquete incluye la barra de sonido principal, un subwoofer inalámbrico y dos altavoces surround True X Speaker 3A completamente inalámbricos que también funcionan como altavoces Bluetooth portátiles con clasificación IP67 resistente al agua y al polvo, y una duración de batería de 12 horas. Con un precio de $3.500, marca la primera barra de sonido de Yamaha con audio inmersivo Auro-3D, típicamente reservado para receptores AV de gama alta.
La configuración resulta complicada, requiriendo el manual completo del usuario y la aplicación MusicCast para la conectividad Wi-Fi, acceso a streaming y menús avanzados. La barra de sonido pesa casi 25 libras, cuenta con un diseño metálico con seis controladores de altura de haz, y ofrece controles básicos a través del control remoto, pero los ajustes más profundos necesitan navegación en pantalla. Los puertos están limitados a una entrada HDMI, una salida HDMI ARC/eARC, entrada óptica, Ethernet y un puerto USB de servicio; no hay entrada estéreo analógica ni entradas HDMI adicionales, lo que decepciona para el precio.
El rendimiento de audio destaca por su claridad y matiz en todos los volúmenes. En pruebas de Dolby Atmos como clips de Unbroken y Ford v Ferrari, superó a un sistema Sonos Arc Ultra de $3.000 en colocación surround y detalle, revelando gritos en medio del caos y rugidos de motor realistas. Sin embargo, los efectos de altura se sienten sutiles debido a que la barra principal maneja toda la elevación, y el diálogo del canal central carece de claridad incluso con el modo Clear Voice activado; los usuarios no pueden ajustar el nivel del centro de forma independiente, solo el subwoofer y los surrounds.
El soporte para juegos incluye 4K/60 Hz con Dolby Vision, HLG, HDR10+ y ALLM, pero carece de paso VRR y limita 120 Hz a 1080p. Las opciones de streaming están restringidas: AirPlay, Tidal Connect, Spotify Connect, pero no Google Cast, Alexa Cast ni Roon; la aplicación MusicCast soporta Amazon Music, Qobuz, Deezer, SiriusXM y Pandora. Modos como Surround:AI y 3D Music destacan en películas y conciertos, pero requieren ajustes frecuentes sin preajustes o corrección de sala.
El reseñador nota: “Después de pasar una semana con él, sigo indeciso sobre si creo que vale la pena”. Las fortalezas en inmersión y flexibilidad atraen a los entusiastas, pero omisiones como la escasez de entradas y limitaciones de control moderan el entusiasmo por esta costosa adición a los cines en casa.