Almeida rectifica y niega la existencia del síndrome postaborto

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha rectificado su postura y ahora afirma que el síndrome postaborto no existe como categoría científica reconocida. Esta declaración contrasta con el apoyo de obispos españoles y partidos como Vox y PP al concepto, pese a la clara negación científica. El debate surge en el contexto de discusiones políticas sobre el aborto en España.
El 2 de octubre de 2025, José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid por el Partido Popular (PP), rectificó su posición anterior sobre el denominado síndrome postaborto. En una declaración reciente, afirmó que 'no existe' y que 'no es una categoría científica reconocida'. Esta rectificación llega tras críticas y en medio de un debate político en la Asamblea de Madrid, donde el tema del aborto ha generado tensiones entre formaciones conservadoras.
Anteriormente, Almeida había respaldado la idea del síndrome postaborto, un concepto promovido por movimientos provida que describe supuestos efectos psicológicos graves tras un aborto. Sin embargo, la ciencia es unánime en su rechazo: expertos en psicología y medicina lo consideran un término inventado por grupos antiaborto, sin base empírica. Organizaciones como la Asociación Americana de Psicología han desmentido su existencia en múltiples estudios.
Por otro lado, los obispos españoles han salido en apoyo del discurso de Vox y el PP. En un comunicado, declararon que 'eso ciertamente existe', alineándose con la narrativa de que el aborto provoca traumas duraderos en las mujeres. Esta postura eclesiástica refuerza el argumento político de la derecha, que busca endurecer las leyes sobre el aborto en España, recordando la reforma de 2010 que lo despenalizó bajo ciertas condiciones.
El contraste entre la rectificación de Almeida y el respaldo de los obispos destaca las divisiones internas en el PP y la brecha entre política, religión y ciencia. Mientras Vox mantiene una retórica dura contra el aborto, la intervención de Almeida podría moderar el tono en Madrid. No se han reportado contradicciones directas en las fuentes, pero el cambio de Almeida resuelve parcialmente el desacuerdo con la evidencia científica predominante.
Este episodio ilustra las tensiones en el panorama político español, donde temas como el aborto siguen polarizando opiniones, especialmente ante posibles reformas legislativas.