Durante la revisión del presupuesto de 2026 en la Asamblea Nacional el sábado 25 de octubre, los diputados rechazaron la propuesta del gobierno de congelar la escala del impuesto sobre la renta, optando en cambio por indexarla a la inflación. Esta decisión, respaldada por una amplia coalición, priva al Estado de 2.000 millones de euros en ingresos y afecta a 200.000 hogares. Mientras tanto, se adoptaron enmiendas que desgravaban las horas extras y los pagos de manutención infantil, a medida que los debates sobre el impuesto Zucman se prolongan.
Los debates sobre la sección de ingresos del proyecto de ley de finanzas de 2026 comenzaron el viernes 24 de octubre en la Asamblea Nacional, con alrededor de 3.700 enmiendas presentadas. El sábado, una coalición que incluía a la extrema derecha, la derecha, algunos macronistas e Insoumis aprobó una enmienda de Laurent Wauquiez (LR), rechazando la congelación de la escala del impuesto sobre la renta. Esta medida del gobierno, defendida por la ministra Amélie de Montchalin, habría generado 2.000 millones de euros e impuesto a 200.000 hogares adicionales. En cambio, la escala se indexa a la inflación del 1,1%.
Otras victorias de la oposición incluyen la adopción de la desgravación total de las horas extras, sin el límite de 7.500 euros, y la desgravación de los pagos de manutención infantil hasta 4.000 euros por niño al año, a pesar de la oposición del gobierno. El tope de abatimiento fiscal para periodistas se redujo a 3,5 veces el SMIC, unos 75.600 euros.
El impuesto Zucman, destinado a gravar a los ultrarricos, no se examinó antes de la próxima semana debido a debates prolongados. El Rassemblement National (RN) se niega a apoyarlo tal como está, exigiendo que se ajuste a su impuesto sobre la riqueza financiera sin incluir la residencia principal. Éric Coquerel (LFI) se opone a una versión light, y el propio Gabriel Zucman advierte contra exenciones que permitirían la optimización fiscal. El primer ministro Sébastien Lecornu pide compromisos entre los grupos parlamentarios.
Mientras tanto, el presidente del Senado Gérard Larcher advierte de que el Senado restablecerá la reforma de las pensiones si la Asamblea la suspende, destacando un déficit de 30.000 millones de euros para 2035. El gobernador del Banco de Francia François Villeroy de Galhau alerta sobre una 'asfixia progresiva' por la deuda, después de que Moody’s mantuviera la calificación con perspectiva negativa, y aboga por reducir el gasto público.
