El cierre del gobierno federal está afectando gravemente a los residentes de California, desde beneficios demorados hasta cheques de pago perdidos. Los líderes estatales instan a construir una red de seguridad local más fuerte en medio de las amenazas de la administración Trump. California contribuye más en impuestos de lo que recibe, obligándola a compensar la disfunción de Washington.
El cierre continuo del gobierno federal, que se desarrolla en Washington DC, está trayendo duras consecuencias a California. Los residentes están experimentando dificultades directas: una madre en Fresno espera sus beneficios SNAP, un guardabosques en Yosemite pierde un cheque de pago, y un veterano en Los Ángeles no puede acceder a los servicios del VA. Las familias en todo el estado temen interrupciones en las visitas al médico y pagos de medicamentos a medida que Medicaid enfrenta posibles recortes.
Esta crisis surge del juego político al límite y el estancamiento en el Congreso, obligando a California a abordar las repercusiones. Durante años, el estado ha enviado miles de millones más en dólares de los contribuyentes al gobierno federal de lo que recibe de vuelta: $55 mil millones en 2021, $101 mil millones en 2022 y $17 mil millones en 2023. Estos fondos apoyan programas nacionales, pero California sufre el daño cuando los servicios federales fallan.
El presidente Trump y sus aliados han dirigido sus ataques a California por oponerse a su agenda, incluyendo embestidas contra políticas climáticas, atención médica y financiamiento educativo. Las amenazas se extienden al despliegue de tropas en ciudades como Los Ángeles y Portland. En respuesta, la Caucus Progresista Legislativa de California enfatiza la preparación para el descuido federal durante los próximos tres años bajo una administración Trump.
"Debemos planificar como si no [viniera a salvarnos]", afirma el artículo, abogando por una robusta red de seguridad estatal para proteger programas vitales, atención médica y estabilidad económica. Los líderes llaman a soluciones de ingresos que gravan justamente a los más ricos y a las corporaciones para reinvertir en las personas, cerrando lagunas y equilibrando el presupuesto estatal mientras sustituyen servicios federales abandonados.
Alex Lee, presidenta de la caucus, y Sade Elhawary, presidenta del comité de programas, afirman que California debe liderar con compasión y convicción. El estado ha liderado históricamente avances en clima, atención médica, derechos de los trabajadores e inmigrantes, y este cierre subraya la necesidad de continuar ese rol en medio del caos nacional.