Gérald Darmanin, ministro de Justicia, expresó su conmoción por las declaraciones de Gabriel Attal que critican las decisiones de Emmanuel Macron. En una entrevista en LCI, acusó al ex primer ministro de no madurar al distanciarse públicamente del presidente. Esta tensión pone de manifiesto las divisiones dentro del campamento de Macron.
Las tensiones son altas dentro del campamento de Macron. Invitado en LCI el martes por la noche, Gérald Darmanin, renombrado el domingo como ministro de Justicia, criticó duramente a Gabriel Attal, secretario general de Renaissance. Este último había declarado la semana pasada en TF1 que ya no entiende las decisiones de Emmanuel Macron, con quien las relaciones han sido execrables desde la disolución fallida de 2024.
Darmanin expresó estar 'conmocionado' por esta pulla. 'Es una frase un poco dura de oír cuando fue nombrado ministro, primer ministro y jefe del partido presidencial; no le hace crecer', dijo al periodista Darius Rochebin. Añadió: 'No aprecio cuando eres el partido del presidente, criticar al presidente públicamente.' Recordando sus propias discrepancias pasadas con Macron, Darmanin enfatizó que no las expresa públicamente.
Esta intervención sigue al anuncio de Darmanin de su retirada de Renaissance y la suspensión de su micropartido Populaires, fundado el año pasado con vistas a la elección presidencial de 2027. En una carta a Attal, había condenado 'aventuras individuales prematuras para la elección presidencial', que podrían eliminar el bloque central en favor del RN y LFI.
Darmanin aprovechó la oportunidad para reclamar su lealtad a Macron y urgir a los líderes del bloque central a 'detener los juegos partidistas que cansan a los franceses'. 'Damos la impresión de que los franceses son nuestro telón de fondo, que estamos montando una obra, que somos actores... Lo que están pasando es demasiado importante: la ansiedad del desempleo, el cierre de una fábrica, dificultades a fin de mes, problemas de seguridad', reprochó. Ahora afirma dedicarse enteramente al Estado, cerrando la puerta a las actividades partidistas para centrarse en el interés general, marcando una ruptura con sus ambiciones anteriores para 2027.