El Frente de liberación nacional kanak y socialista (FLNKS) celebró una manifestación en Numéa el 31 de octubre de 2025 para protestar contra el acuerdo de Bougival antes de la llegada del nuevo ministro de ultramar. Solo asistieron 220 personas, lejos de las masivas movilizaciones de 2024. El movimiento espera superar este acuerdo, cuyo nombre fue eliminado de un texto parlamentario sobre el aplazamiento de las elecciones provinciales.
Banderas independentistas ondearon de nuevo frente al Haut-Commissariat de la République en Numéa el viernes 31 de octubre de 2025, bajo un sol abrasador y al ritmo de Makukuti, el himno de la juventud kanak durante la revuelta de 2024. Esta manifestación, convocada por el FLNKS antes de la llegada del nuevo ministro de ultramar, atrajo solo a 220 participantes, en comparación con decenas de miles en las protestas de 2024 contra el congelamiento electoral.
«Las cosas van encajando poco a poco», espera Hervé Tein-Taouva, comisario general de la Union calédonienne, el principal componente del FLNKS. «Ya estamos planeando otra manifestación a mediados de noviembre si el Estado sigue imponiendo por la fuerza». El movimiento independentista, vilipendiado por retirar su firma del proyecto de acuerdo de Bougival firmado el 12 de julio, encontró un aliado inesperado en Manuel Valls. En una audiencia ante la delegación de ultramar de la Asamblea Nacional el 21 de octubre, el exministro reconoció que Bougival era solo un proyecto y que la delegación independentista carecía de mandato para un acuerdo definitivo.
El FLNKS espera pasar página de este acuerdo, cuyo nombre fue omitido del texto parlamentario sobre el aplazamiento de las elecciones provinciales. Esta modesta movilización pone de relieve las tensiones persistentes en Nueva Caledonia, a pesar de la menor participación.