El nuevo sistema de Japón para rastrear los registros de delitos sexuales de los profesores deja grandes lagunas, excluyendo crímenes como el acoso y el robo de ropa interior. Los expertos advierten que el marco, inspirado en el Servicio de Divulgación y Barrera del Reino Unido (DBS), podría no prevenir completamente que los delincuentes regresen a las aulas. El tema atrajo la atención pública tras el arresto de un profesor asistente en la prefectura de Fukuoka a principios de este mes.
El plan del gobierno japonés para endurecer las verificaciones de antecedentes de los profesores en potencia en cuanto a registros de delitos sexuales aún deja grandes lagunas. Ciertos crímenes como el acoso y el robo de ropa interior permanecerán fuera del alcance del sistema. El marco está inspirado en el Servicio de Divulgación y Barrera del Reino Unido (DBS), pero los expertos advierten que podría no prevenir completamente que los delincuentes regresen a las aulas.
El nuevo sistema excluye delitos como el acoso, así como casos que terminan sin acusación porque el crimen se considera menor o se llega a un acuerdo con la víctima. Esto genera preocupaciones sobre la seguridad infantil en las escuelas, con especialistas pidiendo un enfoque más integral para proteger a los niños de posibles abusos.
La atención pública al tema se intensificó después de que la policía en la prefectura de Fukuoka arrestara al profesor asistente de 66 años, Masahito Kondo, a principios de este mes. Kondo fue detenido por presentar una copia falsificada de una licencia de enseñanza al solicitar un empleo en la ciudad de Sue. Las palabras clave asociadas con la historia incluyen profesores, abuso infantil, delitos sexuales, Fukuoka, escuelas, educación e infancia.
Estas lagunas en el sistema podrían socavar la confianza en los entornos educativos, destacando la necesidad de salvaguardas sólidas contra delitos relacionados con el sexo en roles docentes.