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Científicos descubren el aumento de energía mitocondrial en células cancerosas bajo presión

5 de octubre de 2025
Reportado por IA

Los investigadores han descubierto que las células cancerosas responden al apretón físico desplegando rápidamente mitocondrias hacia el núcleo, entregando una ráfaga de ATP para reparar el daño en el ADN y asegurar la supervivencia. Este mecanismo, observado en experimentos de laboratorio y biopsias de pacientes, podría inspirar nuevas estrategias para detener la propagación del cáncer. El hallazgo redefine el rol de las mitocondrias como respondedores dinámicos en lugar de fuentes de energía estáticas.

En un estudio publicado en Nature Communications, científicos del Centro de Regulación Genómica en Barcelona revelaron cómo las células cancerosas activan una respuesta de energía defensiva cuando están sometidas a estrés mecánico. Utilizando un microscopio especializado para comprimir células HeLa vivas hasta solo tres micrones de ancho —aproximadamente una treintava parte del diámetro de un cabello humano—, los investigadores observaron mitocondrias corriendo hacia el núcleo en segundos. Estos orgánulos forman 'NAMs', o mitocondrias asociadas al núcleo, creando un halo apretado que abolla el núcleo hacia adentro.

El fenómeno ocurrió en el 84 por ciento de las células HeLa confinadas, en comparación con prácticamente ninguna en las no comprimidas. Un sensor fluorescente mostró que los niveles de ATP en el núcleo aumentaron alrededor del 60 por ciento en tres segundos de compresión. 'Es una señal clara de que las células se están adaptando al esfuerzo y reconfigurando su metabolismo', dice el Dr. Fabio Pezzano, coautor principal.

Este impulso de ATP es crucial para la reparación del ADN: el apretón mecánico rompe las hebras de ADN y enreda el genoma, pero la energía extra permite que los equipos de reparación mendan el daño en horas, permitiendo que las células continúen dividiéndose. Sin él, las células fallan. El mecanismo involucra filamentos de actina y el retículo endoplásmico formando un andamio para atrapar mitocondrias; tratar las células con latrunculina A, que desmantela la actina, impidió la formación de NAM y el aumento de ATP.

La relevancia para el cáncer se confirmó en biopsias de tumores de mama de 17 pacientes, donde los halos NAM aparecieron en el 5,4 por ciento de los núcleos en los frentes de tumores invasivos —tres veces más que el 1,8 por ciento en los núcleos de tumores densos—. 'Ver esta firma en biopsias de pacientes nos convenció de su relevancia más allá del banco de laboratorio', explica el Dr. Ritobrata Ghose, coautor principal.

El descubrimiento sugiere que dirigirse a esta respuesta de estrés podría hacer que los tumores sean menos invasivos sin dañar células sanas. 'Las respuestas al estrés mecánico son una vulnerabilidad poco explorada de las células cancerosas que puede abrir nuevas vías terapéuticas', dice la Dra. Verena Ruprecht, coautora correspondiente. Aunque enfocado en el cáncer, el proceso probablemente ayuda a otras células bajo presión, como células inmunes en ganglios linfáticos o neuronas extendiendo ramas. 'Nos obliga a repensar el rol de las mitocondrias... no son estas baterías estáticas... sino más como respondedores iniciales ágiles', nota la Dra. Sara Sdelci, coautora correspondiente.

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