En su discurso de política general ante la Asamblea Nacional el 14 de octubre de 2025, el primer ministro Sébastien Lecornu anunció la suspensión de la reforma de pensiones hasta 2028, una concesión a los socialistas para evitar una moción de censura. El Partido Socialista confirmó que no censuraría al gobierno de inmediato, mientras que voces de derechas expresaron oposición. Esta medida busca estabilizar el país y aprobar un presupuesto antes de fin de año.
El 14 de octubre de 2025, Sébastien Lecornu, repuesto como primer ministro apenas cuatro días antes, pronunció su discurso de política general ante la Asamblea Nacional en medio de amenazas de dos mociones de censura presentadas el día anterior por La Francia Insumisa (LFI) y el Reagrupamiento Nacional (RN), que se debatirán el miércoles o el jueves.
En un discurso de 40 minutos, Lecornu anunció la suspensión de la reforma de pensiones de 2023 aprobada bajo Élisabeth Borne: 'Propondré al Parlamento, ya este otoño, que suspendamos la reforma de pensiones de 2023 hasta las elecciones presidenciales; no habrá aumento de edad desde ahora hasta enero de 2028', declaró, añadiendo que la duración del seguro se mantendría en 170 trimestres. Esta medida, exigida por el Partido Socialista (PS) como condición para no censurar, costará 400 millones de euros en 2026 y 1.800 millones en 2027, beneficiando a 3,5 millones de franceses. Se compensará con ahorros y se seguirá con una conferencia sobre pensiones y trabajo con los socios sociales para la primavera de 2026.
Lecornu también renunció al artículo 49.3 de la Constitución para adoptar el presupuesto de 2026, presentado al Consejo de Ministros esa mañana, con el objetivo de un déficit inferior al 5% del PIB (frente al 5,4% en 2025). Prometió una contribución excepcional de las grandes fortunas para financiar inversiones soberanas y una nueva ley de descentralización en diciembre, que incluirá un proyecto para Nueva Caledonia.
Las reacciones fueron agudas. El líder del PS, Olivier Faure, dijo estar 'feliz por los 3,5 millones de personas que podrán jubilarse antes' y confirmó: 'No censuraremos'. Boris Vallaud, líder parlamentario del PS, saludó una 'victoria' mientras criticaba el presupuesto como 'insoportable'. En la derecha, Laurent Wauquiez (LR) se comprometió a no censurar para aprobar un presupuesto, declarando: 'No estaremos entre aquellos que derriban a los primeros ministros'. Sin embargo, Bruno Retailleau (LR) criticó a un gobierno 'rehén de los socialistas', y François-Xavier Bellamy (LR) escribió en una tribuna: 'Si fuera diputado, votaría a favor de la censura'. Christelle Morançais (Horizons) calificó la decisión de 'totalmente irresponsable' y dijo que votaría a favor de la censura si fuera diputada.
LFI y los ecologistas votarán a favor de la censura, con Mathilde Panot denunciando un 'régimen autoritario'. El RN, a través de Marine Le Pen, criticó un presupuesto 'terriblemente malo'. Gabriel Attal (Renaissance) respaldó a Lecornu: 'Estaremos a tu lado'. Esta concesión retrasa la disolución pero aumenta las divisiones en la derecha y la incertidumbre sobre la aprobación del presupuesto.
