La fortuna de Donald Trump ha aumentado considerablemente desde su regreso a la Casa Blanca, impulsada por proyectos de criptomonedas vinculados a su familia que han generado cientos de millones en ingresos. Los críticos argumentan que estas iniciativas crean conflictos de interés sin precedentes, mezclando negocios con deberes presidenciales. Los partidarios sostienen que las actividades son legales y están gestionadas por sus hijos.
Nueve meses después de que Donald Trump regresara a la presidencia, la implicación de su familia en las criptomonedas ha atraído duras críticas por potencialmente violar normas éticas. En una gala de etiqueta negra en el club de golf de Trump en Virginia, los principales inversores en la moneda meme $TRUMP —que poseen colectivamente unos 150 millones de dólares estadounidenses— se reunieron para cenar con el presidente. La moneda se lanzó tres días antes de su inauguración, y la familia Trump obtiene ingresos de sus comisiones de trading, que alcanzaron los 320 millones de dólares estadounidenses en cuatro meses, con la mayor parte yendo a ellos.
El giro de Trump hacia las criptomonedas comenzó durante su campaña de 2024. En mayo, se reunió con el defensor de Bitcoin David Bailey; en julio, prometió una administración favorable a las criptos en su conferencia. En septiembre, Trump y sus hijos lanzaron World Liberty Financial con Steve Witkoff, donde el 75 por ciento de las ganancias de la venta de tokens van a la familia. Para marzo de 2025, había vendido 550 millones de dólares estadounidenses en tokens, generando una estimación de 390 millones de dólares para los Trump.
La Casa Blanca afirma que los activos de Trump están en un fideicomiso gestionado por sus hijos, Don Jr. y Eric, aislando sus decisiones. Sin embargo, ejemplos generan preocupaciones: el multimillonario chino Justin Sun invirtió 75 millones de dólares en World Liberty Financial, generando casi 50 millones para los Trump; poco después, la SEC pausó su caso de fraude contra él. Sun, que posee 22 millones de dólares en $TRUMP, asistió a la gala.
Una investigación del New York Times destaca una inversión de 2.000 millones de dólares de los Emiratos Árabes Unidos en Binance a través de World Liberty Financial, que podría generar decenas de millones para los Trump —la mayor transacción de cripto jamás registrada. Dos semanas después, Trump aprobó el acceso de los EAU a chips de IA avanzados de Nvidia, denegados bajo Biden. No se ha probado un vínculo directo, pero el periodista Eric Lipton señala que el momento involucra a los mismos funcionarios y familias beneficiadas.
Forbes estima el patrimonio neto de Trump en 7.300 millones de dólares, un aumento desde los 3.900 millones de hace un año. Trump desestimó las preguntas, diciendo que sus hijos dirigen los negocios y que la mayoría de los acuerdos preceden a su reelección. El partidario Bryan Lanza lo llamó legal, sin barrera constitucional para las ganancias familiares. Críticos como Norm Eisen lo etiquetan como corrupción: "explotación del cargo público para ganancia privada." La abogada de ética Virginia Canter cuestionó la influencia del acuerdo con los EAU, advirtiendo que normaliza la impropiedad. El republicano Doug Heye reconoció el éxito de los Trump pero señaló la capacidad única de Trump para explotar las reglas.