El empresario Víctor de Aldama ha informado al Tribunal Supremo de que pagó 20.000 euros en efectivo a José Luis Ábalos para la compra de un local en Valencia, enmarcado en comisiones por valor de cuatro millones de euros. Según Aldama, parte de ese dinero financió al PSOE y Koldo García usaba un pasaporte diplomático para mover fondos al extranjero. El escrito cuestiona la formalización notarial de la operación inmobiliaria de 2020.
Víctor de Aldama, investigado en el caso Koldo, presentó un escrito al Tribunal Supremo detallando pagos irregulares a ex altos cargos del PSOE. Asegura haber entregado al menos 20.000 euros en efectivo a José Luis Ábalos para la adquisición de un bajo en el número 102 de la calle Constitución en Valencia. La operación se escrituró el 8 de julio de 2020 por 90.000 euros, pero Aldama aportó copias de contratos que indican un precio real de 110.000 euros, con la diferencia abonada en negro para no dejar rastro.
Aldama enmarca esta transacción en comisiones totales de cuatro millones de euros pagadas a Ábalos y su asesor Koldo García a cambio de contratos públicos adjudicados por el Ministerio de Transportes. Estima que entre 1,5 y 2 millones de euros de esas comisiones financiaron al PSOE. Según su testimonio, Koldo García entregaba sobres con dinero en efectivo cada viernes en la sede de Ferraz, o enviaba a su hermano o esposa si no podía asistir. El empresario afirma que los fondos ocultos están en Panamá, Colombia y Guinea, y que García disponía de un pasaporte diplomático para viajar a esos países con facilidad, facilitando el movimiento de dinero.
Aldama critica a Koldo y Ábalos por 'reírse del Supremo' y promete más pruebas de operaciones delictivas. Respecto al 'Delcygate', relata que subió al avión de Delcy Rodríguez con Ábalos en Barajas y que el exministro llamó a Pedro Sánchez para informar de su llegada, aclarando que traía ropa y obsequios, no oro. También menciona reuniones de negocios con José Luis Rodríguez Zapatero, dispuesto a revelar detalles.
El Supremo ya investiga pagos en efectivo en la sede del PSOE, citando a testigos como Celia Rodríguez, quien supuestamente entregaba sobres a Ábalos y García.