El FC Barcelona logró una victoria cómoda ante el Olympiacos en la Champions League gracias a la superioridad numérica tras la expulsión de Hezze. Fermín López fue el protagonista con goles y asistencias en un partido de bajo nivel de juego azulgrana. La goleada permitió al equipo de Flick ganar tiempo antes del Clásico.
En el Estadi Olímpic de Montjuïc, el Barcelona enfrentó al Olympiacos en la fase de grupos de la Champions League el 21 de octubre de 2025. El equipo de Hansi Flick, mermado por múltiples bajas como Raphinha, mostró un fútbol flácido y poco convincente, similar al visto ante el Girona en Liga. La diferencia llegó con la expulsión del mediocampista Hezze del Olympiacos, dirigido por José Luis Mendilibar, que jugaba con la misma formación que perdió 2-0 ante el Arsenal.
Fermín López, posicionado cerca del costado izquierdo para presionar intensamente, abrió el marcador con un gol perseverante ante el portero Tzolakis, haciendo el 1-0. El partido permaneció abierto y descontrolado, con el Olympiacos presionando y su afición de 2.700 seguidores más ruidosa que la local. El marroquí El Kaabi recortó distancias con un penalti decretado por el VAR tras manos de Eric García, anotando el 2-1 después de que Szczesny detuviera un primer intento anulado.
Fermín casi amplía la ventaja antes de que Lamine Yamal pusiera el 3-1, validado por el VAR. La superioridad numérica tras la segunda amarilla a Hezze permitió explotar espacios: Marcus Rashford forzó un penalti discutible y marcó dos goles, cerrando la cuenta con un golpeo y una volea de Fermín. La alineación incluyó a Dro como tercer volante en lugar de De Jong, y la pareja de centrales Cubarsí-Eric por delante de Szczesny.
Esta victoria terapéutica, pese a las pérdidas de balón y la falta de armonía, alivia al Barça de sus dudas tras la derrota ante el PSG. El equipo busca recuperar fluidez en la enfermería y la forma de jugadores como Lamine Yamal antes del duelo en el Bernabéu el domingo.