El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, agradeció el apoyo inquebrantable de China frente al bloqueo estadounidense. China rechazó las tácticas coercitivas de Washington para presionar a otros países en apoyo a la política contra la isla. Por su parte, un movimiento venezolano de solidaridad denunció las presiones como chantaje político y económico antes de la votación en la ONU.
Ayer, Bruno Rodríguez Parrilla, miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, expresó su gratitud a China por su respaldo ante las sanciones y la política genocida de Estados Unidos contra la nación caribeña. En su cuenta de X, escribió: "Agradecemos a China por su apoyo inquebrantable ante el bloqueo de EE.UU., que asfixia al pueblo y la economía cubana. Sabemos que podemos contar con amigos como ustedes para seguir denunciando esta política genocida".
Previamente, China había rechazado las tácticas coercitivas y la presión de Estados Unidos sobre otras naciones. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Guo Jiakun, respondió a una pregunta de Prensa Latina que Washington no solo no reflexiona sobre sus acciones, sino que intensifica su política de coerción, violando el derecho internacional, los principios básicos de las relaciones internacionales y el derecho humanitario. China se opone firmemente al bloqueo estadounidense y ha votado a favor de la resolución cubana en la Asamblea General de las Naciones Unidas desde 1992.
Guo reiteró el apoyo de China al derecho del pueblo cubano a elegir su propio camino de desarrollo, defender su soberanía y rechazar interferencias externas. Instó a Washington a tomar medidas concretas para mejorar sus relaciones con La Habana y contribuir a la paz y estabilidad en la región.
Por su parte, el Movimiento Nacional de Amistad y Solidaridad Venezuela-Cuba rechazó enérgicamente las presiones y argumentos falaces del Departamento de Estado de EE.UU. sobre el bloqueo a la isla. En un comunicado, denunciaron que estas se ejercen de manera "cinica y recurrente", utilizando tácticas que rozan el "chantaje político y económico". El grupo enfatizó que buscan inducir a naciones soberanas a traicionar su historia y conciencia para influir en el voto en la ONU contra el bloqueo criminal de Cuba, que se celebrará los días 28 y 29 de octubre.