Gerald Darmanin ha sido reconfirmado como ministro de Justicia a pesar de las reglas del primer ministro contra las ambiciones presidenciales de 2027. Tras el anuncio, suspendió su partido Populaires y renunció a presentarse como alcalde de Tourcoing en marzo de 2026. Esta discreción busca posicionarlo para la política futura.
En el torbellino político de los últimos dos meses, Gerald Darmanin destaca como uno de los pocos supervivientes de la inestabilidad ministerial. Entre nuevas caras de la sociedad civil o parlamentarios reclutados, sigue siendo el último peso pesado macronista en el gobierno. A diferencia de otros ministros de Estado del gobierno de François Bayrou (diciembre de 2024-septiembre de 2025) – como Elisabeth Borne en Educación, Manuel Valls para los territorios de ultramar o Bruno Retailleau en el Interior –, el elegido del Norte fue confirmado en el Ministerio de Justicia por el dúo ejecutivo.
Su presencia en el gobierno Lecornu II, quinto en el rango de protocolo, desafía las directivas del primer ministro Sébastien Lecornu de renovar el equipo tras el fiasco de Lecornu I. Lecornu había advertido: «Los que entran en el gobierno deben comprometerse a desconectarse de las ambiciones presidenciales de 2027». A pesar de su lealtad demostrada hacia Emmanuel Macron y su larga amistad con Lecornu – que fue testigo en su boda –, Darmanin tuvo que librar una campaña activa para asegurar su puesto. «En política, las amistades solo llegan hasta cierto punto», ironiza un ministro.
Esta reconfirmación, oficializada recientemente, obliga a Darmanin a suspender su partido Populaires y renunciar a la alcaldía de Tourcoing en marzo de 2026, medidas para cumplir con las exigencias y prepararse mejor para 2027.