Científicos de España e Italia han propuesto un modelo que reemplaza la inflación cósmica con ondas gravitacionales como la fuerza clave en la formación temprana del universo. Publicado en Physical Review Research, el estudio sugiere que la gravedad y la mecánica cuántica solas pueden explicar la estructura del cosmos. Este enfoque se basa en un concepto centenario vinculado al trabajo de Albert Einstein.
Un nuevo estudio desafía las visiones tradicionales del nacimiento del universo al proponer que las ondas gravitacionales, en lugar de la inflación cósmica, impulsaron su expansión temprana y la formación de estructuras. Los investigadores Daniele Bertacca, Raúl Jiménez, Sabino Matarrese y Angelo Ricciardone, de instituciones en España e Italia, desarrollaron este modelo mediante simulaciones avanzadas por computadora. Publicado en Physical Review Research en 2025 (volumen 7, número 3), el artículo titulado "Inflación sin inflatón" defiende una explicación más simple arraigada en la relatividad general y la mecánica cuántica.
La teoría tradicional de la inflación postula que el universo se expandió rápidamente en una fracción de segundo después del Big Bang, basándose en variables no observadas. En contraste, el nuevo modelo invoca el espacio de De Sitter —un constructo matemático de la colaboración en la década de 1920 entre el matemático holandés Willem de Sitter y Albert Einstein— para mostrar cómo las ondas gravitacionales podrían generar las semillas para galaxias, estrellas y planetas.
"Durante décadas, hemos intentado entender los momentos iniciales del Universo utilizando modelos basados en elementos que nunca hemos observado", dijo el Dr. Raúl Jiménez, coautor de ICREA en España. "Lo que hace que esta propuesta sea emocionante es su simplicidad y verificabilidad. No estamos agregando elementos especulativos, sino demostrando que la gravedad y la mecánica cuántica pueden ser suficientes para explicar cómo surgió la estructura del cosmos."
Las ondas gravitacionales, ondulaciones en el espacio-tiempo predichas por Einstein en 1916, fueron conceptualizadas por primera vez por Oliver Heaviside y Henri Poincaré en 1893 y 1905. Sus débiles señales de eventos como la fusión de agujeros negros fueron finalmente detectadas en septiembre de 2015 por el Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometría Láser (LIGO) en Washington y Luisiana. Aunque el Big Bang sigue siendo el marco dominante, este estudio revive ideas pasadas por alto para abordar preguntas persistentes sobre los orígenes del universo sin introducir componentes no probados.