Octubre históricamente volátil para los mercados bursátiles
Octubre ha sido conocido durante mucho tiempo como un mes turbulento para los inversores en acciones, marcado por grandes caídas históricas. Aunque los datos pasados muestran altibajos significativos, los analistas sugieren prepararse para una volatilidad moderada en lugar de una catástrofe este año. El mes a menudo ve rebotes después de caídas iniciales.
La relación del mercado bursátil con octubre está llena de drama, lo que le ha valido el apodo de 'mes del colapso' debido a varios eventos infames. En 1929, el Crack de Wall Street comenzó a finales de octubre, desencadenando la Gran Depresión. El Lunes Negro siguió el 19 de octubre de 1987, cuando el Dow Jones Industrial Average se desplomó un 22,6% en un solo día, la mayor caída porcentual en un día en la historia. La crisis financiera de 2008 también se intensificó en octubre, con el S&P 500 cayendo bruscamente en medio del colapso de Lehman Brothers a principios de ese mes.
A pesar de estos shocks, la reputación de octubre es matizada. Según datos históricos de 1950 a 2023, el S&P 500 ha registrado un rendimiento promedio del 0,65% en octubre, lo que lo convierte en el segundo mes de mejor desempeño después de noviembre. El Dow Jones Industrial Average promedia ganancias del 0,75% en el mismo período. La volatilidad es alta, con el índice VIX —el 'medidor de miedo' del mercado— a menudo disparándose, pero los colapsos totales son raros.
El octubre de este año llega en medio de valoraciones elevadas y preocupaciones persistentes por la inflación. El S&P 500 cotiza alrededor de 21 veces las ganancias futuras, por encima de su promedio a largo plazo de 17. Las decisiones sobre las tasas de interés de la Reserva Federal continúan influyendo en el sentimiento, con los mercados valorando posibles recortes más adelante en 2024.
El analista Michael Santoli de MarketWatch señala: 'Octubre es típicamente volátil para las acciones, pero ¿necesitarás un cinturón de seguridad o un casco de colisión?' Argumenta que, aunque la turbulencia es probable, una caída severa parece improbable dada la resiliencia de las ganancias corporativas y el enfriamiento de la inflación. 'Los inversores deberían abrocharse para los baches, pero no prepararse para el impacto', añade Santoli.
Los patrones históricos muestran que las caídas de octubre a menudo preceden a los rallies de fin de año. Por ejemplo, después del colapso de 1987, las acciones se recuperaron fuertemente para diciembre. En 2008, el mercado tocó fondo en marzo de 2009, allanando el camino para la recuperación. Este contexto sugiere que, aunque el dolor a corto plazo es posible, los inversores a largo plazo pueden encontrar oportunidades en la volatilidad.
En general, el legado de octubre recuerda a los inversores la imprevisibilidad del mercado, pero los datos subrayan su potencial para sorpresas positivas en medio del caos.