Investigadores crean chips de memoria de 10 átomos de grosor para dispositivos
Científicos han desarrollado un chip de memoria funcional de solo 10 átomos de grosor, integrado con chips convencionales para potencialmente aumentar el almacenamiento en smartphones y otros electrónicos. El prototipo, hecho de materiales 2D, aborda los límites en el apilado actual de chips. Aunque prometedor, los expertos señalan que está lejos de estar listo para el mercado comercial.
Después de décadas de reducir componentes informáticos para encajar decenas de miles de millones de transistores en áreas del tamaño de una uña, las obleas de chips siguen siendo relativamente gruesas, limitando cuántas capas se pueden apilar para mayor complejidad. Los investigadores han recurrido a materiales 2D como el grafeno—una sola capa de átomos de carbono—para empujar los límites aún más.
Hasta ahora, tales materiales solo permitían diseños de chips simples, con desafíos en conectarlos a procesadores tradicionales. Chunsen Liu de la Universidad Fudan en Shanghái y sus colegas superaron esto combinando un chip 2D de 10 átomos de grosor con tecnología CMOS, el estándar en computadoras modernas. Insertaron una capa de vidrio entre los chips para alisar la superficie rugosa de la fabricación CMOS, un paso que requeriría industrialización para producción masiva.
El módulo de memoria prototipo demostró más del 93 por ciento de precisión en pruebas de laboratorio, marcando una prueba de concepto pero quedando corto en la confiabilidad necesaria para dispositivos de consumo. "Esta es una tecnología muy interesante con un enorme potencial, pero aún queda un largo camino por recorrer antes de que sea comercialmente viable," dice Steve Furber de la Universidad de Manchester, Reino Unido.
Kai Xu del King’s College London destaca cómo el encogimiento adicional de chips de silicio causa fugas de señal en componentes estrechos. Capas más delgadas de materiales 2D podrían mitigar esto al permitir un control de puerta más uniforme y reducir fugas. "El silicio ya ha encontrado obstáculos," dice Xu. "El material 2D podría superar esos efectos. Si es muy delgado, el control en la puerta puede ser más uniforme, más perfecto, por lo que hay menos fugas."
El trabajo se detalla en Nature (DOI: 10.1038/s41586-025-09621-8).