Investigadores descubren nuevas perspectivas sobre las propiedades de la materia oscura
Un equipo de astrofísicos ha identificado posibles nuevas características de la materia oscura mediante simulaciones avanzadas. Los hallazgos, detallados en un estudio reciente, sugieren que la materia oscura podría interactuar más fuertemente con la materia ordinaria de lo que se pensaba previamente. Esto podría reformar nuestra comprensión de la composición del universo.
En un estudio publicado el 26 de septiembre de 2025, investigadores de la Universidad de California, Berkeley, anunciaron avances en el modelado del comportamiento de la materia oscura. Utilizando simulaciones por computadora de alta resolución, el equipo exploró cómo las partículas de materia oscura podrían interactuar entre sí, proporcionando pistas sobre uno de los mayores misterios de la cosmología.
La investigación, liderada por la física Dra. Elena Vasquez, se basa en observaciones del Telescopio Espacial Hubble y telescopios terrestres como el Very Large Telescope en Chile. 'Nuestras simulaciones revelan que la materia oscura podría tener una sección transversal de autointeracción de hasta 1 cm²/g, que es más alta de lo que predicen muchos modelos', declaró Vasquez en el resumen del artículo. Esta tasa de interacción, si se confirma, podría explicar las discrepancias en las curvas de rotación de galaxias y la distribución de materia en cúmulos.
Los hallazgos clave incluyen: las simulaciones se ejecutaron durante más de 10.000 horas en supercomputadoras; incorporaron datos del Dark Energy Survey de 2024, que cubre 5.000 grados cuadrados del cielo; y los modelos predicen que la materia oscura autointeractuante podría resolver el 'problema cusp-core', donde los halos de materia oscura observados parecen menos densos en sus centros de lo esperado.
El contexto histórico se remonta a la década de 1930, cuando Fritz Zwicky infirió por primera vez la existencia de la materia oscura a partir de la dinámica de cúmulos de galaxias. Desde entonces, experimentos como los del Gran Colisionador de Hadrones del CERN han buscado una detección directa, pero ninguno ha tenido éxito. Este estudio, publicado en el Astrophysical Journal, ofrece un enfoque indirecto al centrarse en efectos gravitacionales.
Las implicaciones son significativas: si se validan, los resultados podrían guiar misiones futuras como el telescopio espacial Euclid, lanzado en 2023 pero con análisis de datos en curso hasta la década de 2030. Críticos, incluido un cosmólogo de Harvard, señalan que, aunque prometedores, los modelos dependen de suposiciones sobre masas de partículas entre 1 y 100 GeV. 'Es un paso emocionante, pero necesitamos confirmación observacional', comentó el experto.
La investigación subraya la búsqueda continua para cuantificar la materia oscura, que se estima compone el 27% del contenido de masa-energía del universo, en comparación con el 5% de materia ordinaria. No se notaron contradicciones en los materiales fuente, con todos los detalles alineados en cronologías y metodologías.