Investigadores han capturado la primera evidencia directa de ondas torsionales de Alfvén a pequeña escala en la corona del Sol, lo que podría explicar su calor extremo. Utilizando el Telescopio Solar Daniel K. Inouye en Hawái, el equipo observó estas ondas magnéticas girando a través de la atmósfera solar. El descubrimiento, publicado el 24 de octubre en Nature Astronomy, valida teorías que datan de la década de 1940.
La corona del Sol, su atmósfera externa, alcanza millones de grados Celsius, mucho más caliente que la superficie a unos 5.500 °C, pero el mecanismo detrás de esto ha desconcertado a los científicos durante décadas. Ahora, un estudio innovador liderado por el profesor Richard Morton de la Universidad de Northumbria ha identificado las ondas torsionales de Alfvén como un posible contribuyente a este calentamiento.
Las ondas de Alfvén, vibraciones magnéticas en el plasma predichas por primera vez en 1942 por el premio Nobel Hannes Alfvén, se han teorizado para transferir energía del interior del Sol a su corona. Aunque versiones más grandes de estas ondas se han observado en asociación con erupciones solares, el tipo torsional más pequeño y giratorio había eludido la detección directa hasta ahora. El equipo de Morton utilizó el Telescopio Solar Daniel K. Inouye de la Fundación Nacional de Ciencias de EE.UU. en Maui, Hawái, equipado con el avanzado Espectropolarímetro Infrarrojo Cercano Criogénico (Cryo-NIRSP). Este instrumento les permitió rastrear átomos de hierro sobrecalentados en la corona, que alcanzan 1,6 millones de grados Celsius, y detectar movimientos de torsión sutiles enmascarados por oscilaciones más prominentes.
"Este descubrimiento pone fin a una prolongada búsqueda de estas ondas que tiene sus orígenes en la década de 1940", dijo Morton. "Finalmente hemos podido observar directamente estos movimientos torsionales que giran las líneas del campo magnético de un lado a otro en la corona." El espejo de cuatro metros del telescopio, el más grande para observaciones solares, permitió una resolución sin precedentes de estas finas estructuras.
La investigación, una colaboración que involucra instituciones del Reino Unido, China, Bélgica y EE.UU., incluyendo la Universidad de Pekín, KU Leuven, Queen Mary University of London, la Academia China de Ciencias y el Observatorio Nacional Solar de la NSF, se publicó en Nature Astronomy (DOI: 10.1038/s41550-025-02690-9). Se basa en los trabajos anteriores de Morton de 2025 en The Astrophysical Journal y sus Letters.
Más allá de resolver un misterio solar, los hallazgos podrían mejorar las predicciones del clima espacial. Estas ondas pueden impulsar el viento solar, que afecta a satélites, GPS y redes eléctricas en la Tierra, y explicar los cambios de dirección magnéticos detectados por la sonda solar Parker de la NASA. "Esta investigación proporciona una validación esencial para el rango de modelos teóricos que describen cómo la turbulencia de las ondas de Alfvén alimenta la atmósfera solar", añadió Morton. Observaciones futuras con el telescopio Inouye prometen una comprensión más profunda de la dinámica de la energía solar.