Los investigadores han observado una acumulación dramática de ozono dentro del vórtice polar norte de Marte, donde el frío extremo y la oscuridad congelan el vapor de agua. Este fenómeno, detectado mediante datos de las sondas de la ESA y la NASA, ofrece perspectivas sobre la antigua química atmosférica del planeta y su potencial habitabilidad. Los hallazgos se presentaron en una reunión conjunta en Helsinki.
El vórtice polar norte en Marte crea condiciones invernales duras, con temperaturas que caen unos 40 grados Celsius más frías que en el exterior, desde cerca de la superficie hasta 30 kilómetros de altura. Este frío extremo, combinado con la oscuridad continua durante el largo invierno marciano, hace que el escaso vapor de agua en la atmósfera se congele y se asiente sobre la capa de hielo polar.
Normalmente, la luz ultravioleta del sol descompone las moléculas de vapor de agua, que luego reaccionan y destruyen el ozono. Sin embargo, cuando el vapor de agua se congela por completo, estas reacciones destructivas cesan, permitiendo que los niveles de ozono aumenten sin control dentro del vórtice. "El ozono es un gas muy importante en Marte: es una forma muy reactiva de oxígeno y nos indica qué tan rápido está ocurriendo la química en la atmósfera", dijo el Dr. Kevin Olsen de la Universidad de Oxford, quien lideró el estudio.
Al medir la variabilidad del ozono, los científicos pueden entender mejor cómo ha evolucionado la atmósfera de Marte con el tiempo, incluyendo si alguna vez tuvo una capa de ozono protectora similar a la de la Tierra. Tal capa podría haber protegido la superficie de la radiación ultravioleta, potencialmente haciendo el planeta más hospitalario para la vida hace miles de millones de años. El rover ExoMars Rosalind Franklin de la Agencia Espacial Europea, programado para lanzarse en 2028, busca signos de vida antigua.
El vórtice polar se forma como parte del ciclo estacional de Marte, impulsado por su inclinación axial de 25,2 grados. Al igual que en la Tierra, puede desestabilizarse y desplazarse, proporcionando oportunidades raras de estudio. "Debido a que los inviernos en el polo norte de Marte experimentan oscuridad total, como en la Tierra, son muy difíciles de estudiar", señaló Olsen.
Las observaciones provinieron del ExoMars Trace Gas Orbiter de la ESA, utilizando su Atmospheric Chemistry Suite para analizar la absorción de la luz solar a través de la atmósfera. Para sondar el interior oscuro del vórtice, los investigadores cruzaron referencias con el Mars Climate Sounder del Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA, identificando caídas repentinas de temperatura como señales de entrada. "Buscamos una caída repentina en la temperatura, un signo seguro de estar dentro del vórtice", explicó Olsen. Estos resultados, presentados en la Reunión Conjunta EPSC-DPS2025 en Helsinki, destacan las diferencias en la química atmosférica dentro y fuera del vórtice.