La jueza Claudia Santos, parte del tribunal que absolvió a los acusados en el caso SQM, compartió en Instagram el impacto personal de los casi tres años de juicio. El proceso, uno de los más largos desde la reforma procesal penal, generó altos costos para su salud y familia. Una carta al director critica además la responsabilidad del Poder Judicial en la ineficiencia del procedimiento.
El juicio oral por el caso SQM concluyó recientemente con un veredicto absolutario por mayoría de dos votos contra uno en el Tercer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago. Este proceso, que duró casi tres años, se considera uno de los más extensos desde la implementación de la reforma procesal penal en Chile. El Ministerio Público invirtió alrededor de 2 mil millones de pesos en el litigio.
La magistrada Claudia Santos, integrante del voto mayoritario y encargada de redactar la sentencia —un trabajo que se extenderá hasta 10 meses—, expresó en Instagram su agotamiento: “Por fiiiiiiiinnnnnn cumplido el paso 1. Muchísimas gracias a todos por su apoyo y mensajes llenos de cariño. Estos casi 3 años han sido terribles, con un costo altísimo para mi salud y para mi familia. Respiraré un momento para el arduo paso 2”. Acompañó el mensaje con una foto suya, destacando el respiro necesario antes de continuar.
En una carta publicada en La Tercera, el profesor de Derecho Penal de la Universidad Andrés Bello, Alejandro Leiva López, argumenta que la derrota de la Fiscalía no es solo su responsabilidad. Cita el Código Procesal Penal: el artículo 10 obliga al juez a garantizar plazos razonables; el 247 permite apercibir al fiscal para cerrar la acusación o decretar sobreseimiento; y el 276 faculta excluir pruebas impertinentes en la etapa intermedia. Leiva López concluye que los tribunales permitieron un proceso largo e ineficiente, dañando la credibilidad del sistema judicial.
Este caso recuerda incidentes previos, como el del juez Leonel Torres, cuyos comentarios en redes sociales llevaron a la anulación de un juicio por la Corte Suprema.