En la Unidad Penitenciaria N°47 de San Martín, un grupo de presas formó el equipo de hockey Las Lobas, cambiando la rutina del encierro por entrenamientos y partidos. El deporte les ofrece sueños que trascienden las rejas. “Cambiamos el ruido de las rejas por la pelota”, expresan.
La Unidad Penitenciaria N°47 de San Martín, en la provincia de Buenos Aires, es el hogar de Las Lobas, un equipo de hockey sobre césped formado por presas. Este grupo de mujeres ha transformado su rutina diaria de encierro en sesiones de entrenamiento, partidos y aspiraciones que superan los límites de la prisión.
Según reportes, Las Lobas encontraron en la cancha una forma de libertad simbólica. El equipo surgió como una iniciativa para romper la monotonía del cautiverio, permitiendo a las jugadoras enfocarse en el deporte en lugar del ruido constante de las rejas. Una integrante resume esta experiencia con la frase: “Cambiamos el ruido de las rejas por la pelota”.
El proyecto destaca por su impacto en la vida de las presas, fomentando disciplina, trabajo en equipo y objetivos futuros. Aunque los detalles sobre la formación exacta del equipo no se especifican, las actividades incluyen prácticas regulares y competencias internas. Esta historia ilustra cómo el deporte puede servir como herramienta de rehabilitación en entornos penitenciarios.
(Foto y video: VideoLab)