A pesar de una ganancia del 355% en el último año, XRP se negocia a 2,50 dólares y podría estar sobrevalorada, según analistas. El reciente aumento siguió a los resultados de las elecciones en EE.UU. y la desestimación de una demanda prolongada de la SEC, pero persisten las incertidumbres regulatorias. Las expectativas de una adopción más amplia en pagos globales siguen moderadas por las realidades del mercado.
XRP, la criptomoneda asociada con Ripple, ha experimentado una volatilidad significativa. A fecha de 24 de octubre de 2025, ha subido un 355% en las últimas 52 semanas, en gran parte debido a lo que se ha denominado el 'efecto Trump'. Este aumento fue impulsado por el optimismo de que una administración estadounidense más amigable con las criptomonedas resolvería la demanda en curso de la Comisión de Valores y Bolsa (SEC) contra Ripple, permitiendo que la red de pagos RippleNet expanda sus operaciones en Estados Unidos.
La demanda de la SEC ha sido desestimada, eliminando una gran incertidumbre. Sin embargo, no todos los cambios anticipados se han materializado. La administración Trump aún no ha establecido un marco legal y regulatorio integral para las criptomonedas. Aunque la Ley Genius proporciona algo de claridad para las stablecoins, la más amplia Ley de Claridad —destinada a definir roles para la SEC y la Comisión de Comercio de Futuros de Commodities (CFTC) en la supervisión de activos como XRP— está estancada en medio de un cierre del gobierno.
Además, XRP fue excluida de la Reserva Estratégica de Bitcoin, frustrando las esperanzas de que el gobierno de EE.UU. se convirtiera en un comprador significativo. Esta omisión contrasta con las proyecciones iniciales posteriores a las elecciones que podrían haber posicionado a XRP para transacciones gubernamentales a gran escala.
Mirando hacia el futuro, el potencial de XRP radica en el mercado global de pagos transfronterizos de 195 billones de dólares registrado en 2024. RippleNet podría capturar una porción, pero las tarifas de transacción extremadamente bajas de la criptomoneda —fracciones de un centavo incluso para transferencias grandes— limitan los enlaces directos de rentabilidad a los volúmenes de transacciones. El sector de pagos ya está fragmentado, con competidores que incluyen la Sociedad para la Telecomunicación Financiera Interbancaria Mundial (SWIFT), que está adoptando tecnologías digitales, junto con tarjetas de crédito, billeteras digitales, Wise y PayPal.
Ripple sigue siendo una empresa privada, manteniendo sus finanzas confidenciales. Esta falta de transparencia obstaculiza las evaluaciones de los inversores sobre el éxito y la rentabilidad de RippleNet, contribuyendo a las preocupaciones de valoración. Los analistas sugieren que a 2,50 dólares por moneda, XRP podría estar lista para una corrección, aconsejando precaución contra la compra a los niveles actuales.