El gasto público desordenado retrasa los libros de texto en Brasil

La expansión desordenada del gasto bajo el gobierno de Lula ha afectado políticas esenciales, como el acceso a libros de texto en escuelas públicas. El Ministerio de Educación busca 1.400 millones de reales adicionales para ordenar ejemplares para la secundaria en 2026, pero los retrasos continúan. Esto pone en riesgo la entrega oportuna para el año escolar.

Desde el inicio del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (PT), la expansión desordenada del gasto federal no solo ha afectado la política monetaria, con altas tasas de interés para controlar la inflación, sino también políticas públicas esenciales, como la provisión de libros de texto.

Para que las editoriales entreguen las obras al inicio del año escolar 2026, los pedidos deberían haberse realizado en agosto. Sin embargo, en julio aún no había solicitud para una porción considerable de los aproximadamente 240 millones de ejemplares necesarios, según reveló Folha. Tras el informe, el Ministerio de Educación (MEC) afirmó que había obtenido fondos para satisfacer completamente la demanda, pero a finales de agosto, los libros no habían sido adquiridos por el Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación (FNDE), una agencia vinculada al MEC.

Ahora, con solo dos meses restantes en el año, el problema persiste. Hay 2.300 millones de reales reservados, pero el MEC solicita 3.700 millones de reales; solo las obras para la secundaria costarían alrededor de 1.400 millones de reales. En un memorando entregado al equipo económico la semana pasada, el FNDE advirtió que el retraso en las transferencias “compromete, también, la entrega nacional de ejemplares a tiempo para su uso por los estudiantes”. Un comunicado similar se envió en agosto.

En julio, de los aproximadamente 59 millones de obras para los primeros años de la educación primaria, solo se ordenaron 23 millones para portugués y matemáticas. No se adquirieron ejemplares consumibles (cuadernos de trabajo) para historia, geografía y ciencias, de 1.º a 3.º grado, ni para artes, de 1.º a 5.º grado. Para los años finales (6.º a 9.º), solo se cubrieron portugués y matemáticas.

Dada la mala situación de los indicadores educativos de Brasil —el país se ubicó entre los últimos en el Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias de 2024, superado por Chile—, esta situación es criticada. El gobierno expandió el gasto en jubilaciones y beneficios sociales, apretando programas no obligatorios como el Programa Nacional de Libros de Texto (PNLD) desde 2023. Sin equilibrio fiscal, los recortes en servicios públicos podrían empeorar la pobreza.

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