Harvard pide eliminar la hoja de coca de la lista de drogas peligrosas

Un informe liderado por la Universidad de Harvard reclama distinguir la hoja de coca de la cocaína, destacando su uso tradicional en los Andes como estimulante suave. La ONU reevaluará su clasificación en octubre de 2025. Los científicos argumentan que su prohibición desde 1961 ha criminalizado tradiciones indígenas.

Durante miles de años, los habitantes de los Andes han masticado hojas de coca para reducir el hambre, la sed y el cansancio, además de favorecer la oxigenación y la adaptación a la altura. La hoja formaba parte central de la vida social, espiritual y médica de la región hasta que en 1961 la Convención Única de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes la clasificó en la Lista I como sustancia peligrosa con alto potencial de abuso y poco valor terapéutico.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard y el Centro de Investigación de Drogas y Derechos Humanos publicó un informe en la revista Science, pidiendo a las autoridades internacionales que diferencien la hoja de coca de su derivado purificado, la cocaína. El informe se da en un momento clave: el 18 de agosto de 2025, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) anunció la reevaluación de la hoja durante la 48.ª reunión del Comité de Expertos en Farmacodependencia (ECDD) de la OMS, del 20 al 22 de octubre de 2025.

El comité podría recomendar su eliminación de la Lista I, donde está junto a la cocaína, heroína y fentanilo, o reclasificarla en una lista menos restrictiva. Sus recomendaciones irían a la Comisión de Estupefacientes de la ONU, que votaría en marzo de 2026. Los autores afirman que la hoja es 'un estimulante suave y no adictivo', con una 'profunda diferencia' respecto a la cocaína, basado en su uso cultural milenario en regiones andinas y amazónicas.

Dawson White, investigador de Biología en Harvard, explica: 'Desclasificar la coca corregiría una clasificación científica y legal errónea de hace mucho tiempo, defendería los derechos de las comunidades indígenas y otras comunidades cocaleras, y permitiría una regulación basada en la evidencia científica, y fundamentada en el conocimiento tradicional'. La prohibición ha afectado a más de 11 millones de indígenas y mestizos, criminalizando tradiciones y reprimiendo estudios científicos.

El informe Critical Review Report de la OMS indica baja toxicidad, sin muertes por sobredosis en usos tradicionales como masticar o infusiones. Contiene alcaloides naturales en dosis bajas (0,5-1%), junto con calcio, potasio y vitaminas, actuando como estimulante leve similar al café. Si se mueve a la Lista II, no se legalizaría automáticamente, pero abriría puertas a usos tradicionales y medicinales bajo control. Sin embargo, advierte riesgos de desvío para producir cocaína.

El Gobierno de Bolivia lidera una campaña similar para eliminarla de la lista, y proyectos como Tinta Dulce en Colombia usan la hoja para tintes naturales en moda.

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