Demandas alegan que el uso de Tylenol en el embarazo causa autismo
Más de 100 demandas han sido presentadas contra fabricantes de acetaminofén, incluyendo Johnson & Johnson, alegando que el uso del medicamento durante el embarazo aumenta el riesgo de autismo y TDAH en los niños. Estas acciones legales provienen de estudios científicos que muestran asociaciones entre la exposición prenatal y trastornos del neurodesarrollo. Los casos destacan crecientes preocupaciones sobre la seguridad de un analgésico ampliamente utilizado.
La ola de litigios contra Tylenol, el nombre comercial del acetaminofén, se centra en afirmaciones de que la exposición al medicamento en el útero puede llevar a trastornos del espectro autista y trastorno por déficit de atención/hiperactividad en la descendencia. Según informes, más de 100 demandas han sido consolidadas en tribunales federales, dirigidas principalmente a Johnson & Johnson como el principal productor del medicamento. Estas demandas argumentan que la compañía no advirtió adecuadamente a las mujeres embarazadas sobre riesgos potenciales a pesar de evidencia emergente.
El respaldo científico para las afirmaciones proviene de múltiples estudios. Un estudio de 2018 publicado en JAMA Pediatrics analizó datos de más de 2.400 niños y encontró que la exposición prenatal prolongada al acetaminofén se asociaba con un riesgo 20% a 30% mayor de diagnóstico de autismo. Otro estudio de 2021 en el European Journal of Epidemiology reportó vínculos similares con el TDAH. Los expertos enfatizan que, aunque estos estudios muestran correlaciones, la causalidad permanece sin probar, y se necesita más investigación.
El impulso legal se construyó después de que la FDA emitiera una advertencia en 2021, aconsejando a las mujeres embarazadas limitar el uso de acetaminofén debido a riesgos potenciales para el desarrollo fetal. Los abogados que representan a los demandantes, como los del bufete Wisner Baum, han citado documentos internos que sugieren que los fabricantes conocían los riesgos desde la década de 1980 pero no actuaron. Un abogado declaró: "La ciencia es clara: el acetaminofén durante el embarazo puede dañar cerebros en desarrollo."
Johnson & Johnson se ha defendido, afirmando que el medicamento es seguro cuando se usa según las indicaciones y que organismos reguladores como la FDA respaldan su uso en el embarazo. La compañía señala revisiones del American College of Obstetricians and Gynecologists, que aún recomiendan el acetaminofén como el analgésico de primera línea para mujeres embarazadas, aunque con precaución.
Estas demandas forman parte de un proceso de litigación multidistrital más amplio en el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Este de Pensilvania, donde el descubrimiento está en curso. No se han realizado juicios aún, pero podrían seguirse acuerdos si la evidencia se fortalece. Los casos subrayan tensiones entre la seguridad farmacéutica, las necesidades de salud materna y los desafíos de probar daños relacionados con medicamentos en poblaciones vulnerables.