Investigadores desarrollan nuevo método para la detección temprana del cáncer
Científicos de la Universidad de Cambridge han presentado una prueba de sangre revolucionaria que detecta el cáncer antes que los métodos existentes. La técnica analiza el ADN tumoral circulante con alta precisión. Esta innovación podría revolucionar el cribado y el tratamiento a nivel mundial.
En un estudio publicado el 28 de septiembre de 2025, investigadores de la Universidad de Cambridge anunciaron una nueva herramienta de diagnóstico basada en sangre para la detección temprana del cáncer. El método, detallado en la revista Nature Medicine, utiliza algoritmos avanzados de aprendizaje automático para identificar patrones en fragmentos de ADN libre de células liberados por los tumores.
El equipo de investigación, liderado por la profesora Rebecca Fitzgerald, probó el enfoque en más de 1.000 pacientes con varios tipos de cáncer, incluidos los de mama, pulmón y colorrectal. 'Esta prueba alcanza una sensibilidad del 92% para cánceres en etapa I, en comparación con el 70% de las biopsias tradicionales', declaró Fitzgerald en el comunicado de prensa. El estudio abarcó dos años, comenzando en 2023, con pruebas iniciales en el Hospital Addenbrooke's en Cambridge.
El contexto de fondo revela que la detección temprana sigue siendo un gran desafío en oncología, donde los diagnósticos en etapas tardías a menudo limitan el éxito del tratamiento. Los métodos actuales como mamografías o colonoscopias son invasivos o menos precisos para múltiples tipos de cáncer. Esta nueva prueba, llamada 'LiquidScan', solo requiere un simple análisis de sangre y puede detectar más de 50 tipos de cáncer simultáneamente.
Las implicaciones son significativas: los expertos predicen que podría reducir las tasas de mortalidad en un 20-30% si se adopta ampliamente. Sin embargo, el estudio señala limitaciones, incluida una tasa de falsos positivos del 5% en individuos sanos. Se planean más ensayos de validación para 2026 en Europa y EE.UU.
No se encontraron contradicciones en la fuente, que enfatiza el potencial de la prueba mientras pide estudios a mayor escala. El desarrollo fue financiado por Cancer Research UK y la Wellcome Trust, destacando los esfuerzos colaborativos en innovación médica.