La primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, y el presidente de Corea del Sur, Lee Jae Myung, celebraron su primera cumbre el 30 de octubre en los márgenes del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), comprometiéndose a fortalecer los lazos tensos por la historia bélica. Los líderes enfatizaron la importancia de la cooperación trilateral con Estados Unidos en medio de dinámicas globales que cambian rápidamente. La reunión sigue a cumbres recientes con el presidente de EE.UU., Donald Trump, destacando esfuerzos para abordar desafíos comerciales y de seguridad.
La primera ministra Sanae Takaichi llegó a Corea del Sur el 30 de octubre para la cumbre de líderes del APEC en Gyeongju, donde celebró su primera cumbre con el presidente Lee Jae Myung esa tarde. Los dos discutieron el futuro de las relaciones Japón-Corea del Sur y la cooperación trilateral con Estados Unidos. Takaichi declaró antes de la partida: «Quiero construir firmemente una relación de confianza entre líderes».
Durante la reunión, que se extendió de 20 minutos a más de 45, Lee dijo que Corea del Sur y Japón comparten desafíos comunes en medio de «dinámicas internacionales y condiciones comerciales que cambian rápidamente», enfatizando que la cooperación orientada al futuro es más importante que nunca. Takaichi señaló que la cooperación trilateral entre Tokio, Seúl y Washington se está volviendo cada vez más crucial «bajo el entorno estratégico actual», según la oficina de Lee. Los líderes acordaron continuar con la «diplomacia de lanzadera», alternando cumbres. Takaichi describió las conversaciones como «muy agradables y significativas» y expresó su creencia en que «lo recibiremos (a Lee) en Japón la próxima vez».
La elección de Takaichi el 22 de octubre generó preocupaciones en Seúl por sus opiniones de derecha sobre la historia, incluyendo resistencia a reconocer la agresión japonesa en la Segunda Guerra Mundial y negación de la coerción en temas de trabajo forzado y mujeres de consuelo durante la guerra. La inauguración de Lee en junio preocupó de manera similar a Japón debido a críticas pasadas por su inclinación hacia Corea del Norte y China, pero desde entonces ha perseguido una diplomacia pragmática para mejorar los lazos con Japón y EE.UU.
La cumbre sigue a ofensivas de encanto hacia el presidente de EE.UU., Donald Trump, quien visitó ambos países. Japón prometió hasta 490 mil millones de dólares en inversiones, mientras que Corea del Sur acordó 200 mil millones de dólares en inversiones directas durante una década más 150 mil millones para la construcción naval de EE.UU., a cambio de reducciones arancelarias en vehículos coreanos del 25% al 15% y compartición de tecnología para submarinos nucleares. Los expertos esperan un continuo fortalecimiento de la cooperación para contrarrestar las políticas comerciales de Trump, problemas en las cadenas de suministro y el programa nuclear de Corea del Norte.
