Tesla busca aprobación para pruebas de conducción autónoma en Australia
Tesla ha solicitado a los reguladores australianos permiso para probar su tecnología Full Self-Driving en carreteras públicas. La iniciativa busca expandir las funciones autónomas del fabricante de vehículos eléctricos más allá de Estados Unidos y China. Noticias locales de Ipswich destacan el creciente interés en la tecnología en el país.
Tesla Inc., el principal fabricante de vehículos eléctricos, ha presentado una solicitud formal al gobierno australiano para obtener exenciones de ciertas normas de tráfico. Esto permitiría a la compañía realizar pruebas de su sistema avanzado de asistencia al conductor, conocido como Full Self-Driving (FSD), en autopistas y calles urbanas australianas.
La solicitud, detallada en un informe de noticias locales de Ipswich, se centra en Queensland como posible terreno de pruebas. Ipswich, una ciudad en el sureste de Queensland, se menciona como parte de discusiones más amplias sobre cómo los autos de conducción autónoma podrían integrarse con los patrones de tráfico locales. El software FSD de Tesla, que permite a los vehículos navegar sin intervención humana en ciertas condiciones, ya se ha implementado en capacidades limitadas en EE.UU. y partes de Europa.
"Creemos que la conducción autónoma revolucionará el transporte en Australia, mejorando la seguridad y la eficiencia", declaró un portavoz de Tesla en el artículo. La compañía argumenta que la tecnología podría reducir los accidentes de carretera, citando datos globales donde el error humano contribuye a más del 90% de los choques.
El contexto de fondo revela el enfoque cauteloso de Australia hacia los vehículos autónomos. La Comisión Nacional de Transporte (NTC) supervisa las regulaciones, requiriendo evaluaciones rigurosas de seguridad antes de las aprobaciones. Pruebas anteriores, como las de compañías mineras en áreas remotas, han allanado el camino, pero las pruebas urbanas siguen siendo limitadas. La solicitud de Tesla se alinea con las directrices de la NTC de 2023, que priorizan datos de rendimiento verificables.
No se dio un cronograma específico para la aprobación, pero fuentes indican que las decisiones podrían llegar en meses. Las implicaciones incluyen posibles cambios en los empleos de los conductores y mayor movilidad para los ancianos y discapacitados. Sin embargo, los críticos se preocupan por los riesgos de ciberseguridad y la preparación de la infraestructura, como las señales de tráfico inteligentes.
El artículo señala que no hay contradicciones en la información, enfatizando el compromiso de Tesla de cumplir con las leyes locales durante las pruebas.