Astrónomos descubren la estrella más prístina del universo
Los astrónomos han identificado una estrella que se erige como el objeto más químicamente prístino conocido en el universo. Este hallazgo excepcional ofrece nuevas perspectivas sobre el cosmos primitivo. La composición de la estrella revela niveles extremadamente bajos de elementos pesados.
En una observación innovadora, los investigadores han localizado una estrella llamada J0313–1806, situada a unos 500 millones de años luz en la constelación de Cetus. Esta estrella presenta una relación hierro-hidrógeno que es solo 1/10.000 de la del sol, lo que la convierte en el cuerpo estelar menos contaminado por metales detectado hasta ahora.
El descubrimiento comenzó con datos del Gran Telescopio Canarias de 10,4 metros en La Palma, España, donde los espectros iniciales insinuaron su extraordinaria pureza. Observaciones de seguimiento con el Very Large Telescope en Chile confirmaron los hallazgos, revelando un nivel de metalicidad sin precedentes en los registros astronómicos. 'Esta es la estrella más prístina que hemos observado nunca', dijo el investigador principal, destacando su importancia.
Se cree que tales estrellas son restos de la primera generación del universo, formadas poco después del Big Bang cuando solo abundaban el hidrógeno y el helio. La escasez de elementos más pesados como el hierro en J0313–1806 sugiere que se originó en una era anterior a las supernovas que enriquecieron el cosmos con metales. La edad de este objeto se estima en alrededor de 13.000 millones de años, alineándose con la línea de tiempo de la evolución cósmica.
Las implicaciones se extienden a la comprensión de la formación estelar en el universo primordial. Las estrellas de Población III, como esta, son raras porque las generaciones posteriores incorporaron más metales. Al estudiar J0313–1806, los científicos buscan modelar cómo las primeras estrellas se encendieron e influyeron en el desarrollo de las galaxias. Ninguna otra estrella conocida se acerca a su pureza, con registros previos que muestran abundancias de hierro de aproximadamente 1/1.000 de la del sol.
Este hallazgo subraya el poder de los telescopios avanzados para explorar fenómenos distantes y antiguos. Observaciones futuras podrían descubrir más reliquias de este tipo, refinando nuestra imagen de la infancia del universo.