Los CDC informan que la prevalencia del autismo aumenta a 1 de cada 36 niños
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han publicado nuevos datos que muestran que el trastorno del espectro autista afecta a 1 de cada 36 niños de ocho años, un aumento respecto a años anteriores. Los hallazgos, basados en la vigilancia de 11 sitios de EE.UU., destacan tendencias continuas sin identificar una causa única. Los expertos enfatizan la necesidad de investigación continua y servicios de apoyo.
El último informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) revela que la prevalencia del trastorno del espectro autista (TEA) entre niños de ocho años en Estados Unidos ha aumentado a 1 de cada 36, o aproximadamente el 2,8%, basado en datos de 2020. Esto marca un incremento respecto a la cifra de 2018 de 1 de cada 44, o el 2,3%, y continúa una tendencia constante de aumento observada en las últimas dos décadas. Los datos provienen de la Red de Monitoreo de Autismo y Discapacidades del Desarrollo (ADDM) de los CDC, que rastrea el TEA a través de registros de salud y educación en 11 comunidades de Arizona, Arkansas, California, Georgia, Maryland, Minnesota, Missouri, Nueva Jersey, Tennessee, Utah y Wisconsin.
El informe, publicado el 12 de abril de 2023 en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad, señala variaciones por sitio, con la prevalencia más alta en California del 4,5% y la más baja en Maryland del 1,7%. No se proporciona una explicación general para el aumento, aunque los CDC atribuyen parte del incremento a mejoras en el cribado, la conciencia y los cambios en los criterios diagnósticos con el tiempo. 'Estas estimaciones sugieren que el TEA es más común entre ciertos grupos de niños', afirmaron los autores del informe, subrayando disparidades como tasas más altas entre niños (1 de cada 26) en comparación con niñas (1 de cada 88) y entre minorías raciales y étnicas.
El contexto de fondo incluye el monitoreo de la Red ADDM desde 2000, cuando la prevalencia se estimó por primera vez en 1 de cada 150. Los datos de 2020 reflejan a niños nacidos en 2012, capturando prácticas diagnósticas durante un período de mayor enfoque en la intervención temprana. Expertos citados en la cobertura, como el Dr. Walter Zahorodny de la Universidad Rutgers, quien lidera el monitoreo en Nueva Jersey, comentaron: 'Los números están aumentando, y necesitamos entender por qué'. Él señaló posibles factores ambientales pero enfatizó la falta de causas definitivas.
Las implicaciones de los hallazgos incluyen llamados a expandir el acceso a servicios diagnósticos y de apoyo, particularmente en comunidades desatendidas donde la identificación se retrasa. Los CDC recomiendan vigilancia continua para informar estrategias de salud pública, señalando que un diagnóstico temprano puede llevar a mejores resultados a través de terapias y apoyos educativos. Aunque el informe no vincula el TEA con las vacunas —una concepción errónea común desmentida por numerosos estudios—, refuerza la importancia de enfoques basados en evidencia para abordar la necesidad creciente.
Esta actualización se basa en informes anteriores, mostrando un patrón consistente de aumento que puede reflejar en parte cambios sociales en lugar de un verdadero aumento en la incidencia. Los funcionarios de salud pública instan a las familias a buscar evaluaciones para niños que muestren retrasos en el desarrollo, enfatizando que el TEA es un espectro con impactos amplios.